Enrique Álvarez
A mi esposa y a mi hija se les ocurrió comprar boletos para un concierto fuera de la ciudad. ¿Quién tiene que llevarlas? Yo. ¿Quién tiene que perderse el primer día de octavos de final? Yo. Esto de ser esposo y papá consentidor en época mundialista no es reconfortante ni atractivo.
Pude ver el segundo tiempo del Países Bajos contra Estados Unidos y encontré un partido dominado por los europeos, pero sin dejar de sentir peligro por los gringos. El partido fue ganado por los naranjas, pero los americanos se van dejando un buen sabor de boca y mostrando que hay mucho futuro en su joven selección. Los ‘exholandeses’ se quedan en el torneo para enfrentar a uno de los rivales que nadie quiere toparse en este torneo: Argentina.
Del segundo partido del día, no pude ver nada, pero la magia de YouTube me ha permitido ver un resumen más o menos decente. Argentina enfrentó a una agradable Australia, que ha dejado buenas sensaciones en el torneo y que no se despidió sin anotarle al posible campeón del mundo.
Mañana toca ver al principal candidato europeo para levantar el título. Francia enfrenta a Polonia (debería ser México) y todos queremos ver a los galos concentrados en repetir el título. Existe además el morbo de saber si aparece Benzema en la banca. Aunque los medios han dicho que no está listo aún, los aficionados al futbol anhelamos ver al ‘gato’ en el ataque francés.
Mañana también veremos el Inglaterra contra Senegal. Los británicos son subcampeones de Europa y son el eterno candidato que siempre promete y no cumple. Este pudiera ser el año de los inventores del futbol, quienes solo han levantado el título en la edición de 1966.
Disfruten el domingo, porque son dos partidazos. Disfruten por mí, ya que no sé si la agenda de mi familia me permita un domingo futbolero.