José Urquiza
La onda de calor que nos ha afectado durante el transcurso de esta semana despeja todas las dudas sobre la realidad del cambio climático y sus repercusiones. Para atajar dicho problema en las ciudades, instituciones como ONU-Hábitat, recomiendan aplicar medidas de mitigación para contrarrestar los efectos de este problema que, de seguir las tendencias actuales de generación y consumo energético, no parece tener solución en el mediano plazo.
Una propuesta viable, de aplicación inmediata tanto en lo técnico como en lo económico, es la que propone el Urbanismo Regenerativo, mediante la transformación del espacio público conformado por asfalto y concreto, que provoca el efecto de Isla de Calor, en un ecosistema urbano que brinde servicios ambientales constituido por vegetación (árboles, arbustos y pastizales), cuerpos de agua y huertos urbanos. Para lograrlo, Querétaro podría detener el continuo re-asfaltado de sus calles, así como la construcción de obras públicas con superficies oscuras o de concreto, a favor de estrategias de infraestructura verde.
Con ello se obtienen numerosos beneficios ambientales como disminuir la temperatura, limpiar el aire, recargar acuíferos y reducir el ruido, que a su vez repercute en la mejora de la salud física y psicológica de la población. Desde el Consejo de Urbanismo, consideramos que este tipo de iniciativas deberían ser prioritarias para las dependencias de gobierno encargadas del desarrollo sostenible y saludable de nuestra ciudad.
MT