José Urquiza Ruiz
Durante más de 20 años, en Querétaro, se han destinado cuantiosos recursos a la construcción de puentes y viaductos para conectar las principales avenidas del área metropolitana con el objetivo de mejorar el tráfico vehicular y reducir los tiempos de traslado. Sin embargo, mientras se han enfocado en mejorar la infraestructura para automóviles, las inversiones en transporte público y medios alternativos de movilidad han sido insuficientes.
Es evidente que la eficiencia de cualquier medio de transporte se ve comprometida si no existe una conectividad adecuada en su infraestructura vial. Un claro ejemplo de esto es nuestra red de ciclovías que, aunque parece abarcar una cantidad razonable de kilómetros para el tamaño de la ciudad, se encuentra fragmentada como lo revelan los diagnósticos realizados por la Secretaría de Movilidad del Municipio.
Lo mismo ocurre con los Ejes Estructurantes de Transporte Público. El flamante proyecto de Paseo 5 de Febrero no estará conectado con los otros ejes estructurantes de Avenida de la Luz y avenida Constituyentes, eliminando así la posibilidad de realizar transbordos entre ellos. Lamentablemente, al priorizar el flujo de automóviles particulares, se está sacrificando la interconexión entre los medios de transporte más sostenibles y eficientes.
De ahora en adelante, la prioridad de los tres órdenes de gobierno debe ser la inversión en proyectos que busquen la conectividad y la integración de todos los medios de transporte de la ciudad.
MT