Seth Pérez
Parte de la crisis climática que padecemos, es causada por una gran demanda de energía. Si el estilo de vida de los hogares promedio de algunos países se replicará a todo el mundo, tanto por la cantidad de bienes y electrodomésticos, como por su demanda energética, el planeta no podría surtir de energía ni materia prima para producir todos los aparatos y que funcionen. Algunas personas ven en las energías renovables la solución a la gran demanda, pero aquí se requiere preguntar: ¿Es viable el modelo actual o debemos crear uno sustentable y sostenible?
La solución no podría ser binaria, es decir, si reducimos la demanda no solventamos el problema. Por ello, un camino es el de crear nuevos modelos de negocio que reduzcan los requerimientos energéticos y modelos de producción orientados a la economía circular o cero desechos. Para lograrlo, se requiere que sea sobre reglas diferentes de competencia económica, ya que en muchos de estos modelos el tamaño aún no les permite que sean rentables y desincentiva la inversión.
Por ello, un requisito de la nueva economía verde, es la integración de cadenas de valor que demande menos energía con menos desechos, en el total de la producción de bienes y servicios. Pero para lograrlo se requiere de trabajo conjunto, cooperación y objetivos comunes. ¿Estaremos en México y en Querétaro preparados para modelos así?