Enrique Álvarez
FIFA le designó 13 partidos de la Copa del Mundo 2026 a México. Cinco en el Estadio Azteca (incluyendo la inauguración), 4 en Guadalajara y 4 en Monterrey. 13 de 104 partidos oficiales del Mundial. Literal, el 13% del torneo.
Varias voces del periodismo y de la afición mexicana se sienten ninguneados por la pobre cantidad de partidos que le darán a la nación azteca. En mi opinión, es para lo que está México. La mayoría de nuestros estadios no compiten con los recintos norteamericanos. La infraestructura hotelera y de transporte de las ciudades que pudieran competir por ser sedes mundialistas tampoco son mejores ni más grandes que las gringas. No se trata de hacernos menos. Se trata de ver la realidad.
Canadá, con 2 sedes, tendrá el mismo numero de partidos que México. Es decir, que Estados Unidos albergará el 73% de los juegos mundialistas incluidos la final y las 2 semifinales. Ni México ni Canadá tienen partidos de segunda ronda.
Seamos honestos: En inviable que México realice una inversión como realizaron los rusos o los cataríes para alojar en solitario el torneo más importante del mundo. Incluso el siguiente mundial, a jugarse en 2030, también tendrá sedes alternas en diferentes países, donde seguramente España tendrá la mayoría de los juegos.
Aquí lo que queda es hacerse de boletos, al cabo que ciudades como Los Ángeles, Houston, Dallas o San Francisco nos quedan relativamente cerca para disfrutar de la Copa del Mundo. Nos vemos en 2026.