El abrazo es una forma de comunicación no verbal que transmite afecto, empatía y solidaridad. Tristemente, en nuestro México, este acto y esta palabra se han malgastado.
Imagina un país donde, con abrazos, los mexicanos nos comunicamos:
1. Que si matas, tienes 96 por ciento de certeza de no ser castigado.
2. Si secuestras, el 100 por ciento.
3. Si buscas trabajo, el quinto empleador más grande es el narcotráfico.
4. Que 3 mil mujeres al año son asesinadas.
5. Que si aspiras a un cargo de representación, puedes terminar muerto por tratar de ejercer tu derecho político a ser votado.
6. Imagina que la libertad de prensa te puede costar la vida
o una crítica desde el poder fáctico más alto del país.
7. Imagina que hay una nueva Policía que es parte del Ejército, pero desde su creación el robo en carreteras está normalizado.
8. Imagina al Ejército cuidando aduanas, construyendo trenes y administrando aeropuertos.
9. Imagina que secuestran a decenas de personas y la reacción de la autoridad es manifestar que “son cosas que pasan”.
Pero estas “cosas que pasan”, tienen a nuestro país incendiado y desmoronándose.
Sí, esos son los abrazos desde el 2018. Por eso, si un voto es más fuerte que un balazo (Abraham Lincoln), estemos listos para votar el día 2 de junio próximo. México necesita más autoridad y menos afecto al delincuente.