Durante 18 años vivimos un congreso con verdaderas fuerzas opositoras, donde nadie tenía la facultad de imponerse, quizá no fue tan beneficioso, en muchos casos hubo una parálisis legislativa y en otros experimentos de una sola vez, como un presupuesto base cero. Hoy estamos en un momento en donde una corriente política tendrá todo el poder, ya lo hemos probado en el pasado, hay cosas buenas y cosas malas, las buenas son que se tomarán decisiones efectivas y se impondrá una voluntad, por lo tanto, habrá resultados, la mala es que se notaran más los errores derivados de estos y la oposición señalará, empujará y luchará hasta lograr, otra vez, un cambio.