México, es protagonista en los procesos de transformación política a nivel global. Su independencia, influenciada por las corrientes ideológicas de la Ilustración y la Revolución Francesa, marcó la historia latinoamericana. Tras un periodo convulso, la Constitución de 1917 consolidó un sistema político basado en la división de poderes, estableciendo un equilibrio institucional que ha evolucionado en respuesta a las demandas sociales y políticas con hasta 700 reformas. Este ordenamiento jurídico, es el pilar fundamental de la democracia mexicana. Destacan hoy las modificaciones al proceso de selección de los integrantes del Poder Judicial, con el objetivo -se supone- de fortalecer su independencia y legitimidad.