Definidos los candidatos que habrán de competir por la presidencia de la República en el 2018, una de las cuestiones que deberán definir es una política de seguridad nacional distinta a la del presente sexenio y en el marco de la probable ley de Seguridad Interna.
La política de seguridad nacional entraña un conjunto de dimensiones que deben ser tratadas en su conjunto, como un rompecabezas, con todas las piezas para que funcione. De entrada, las condiciones que permiten la convivencia social armónica e incluyente entre sus habitantes, es decir, la seguridad humana.
La postura que la nación debe asumir en relación a la seguridad territorial, lo que incluye a la frontera del norte, pero también a la del sur; incluye los mares y el aire, con todo lo que ello implica. Sobre la seguridad energética, el siguiente sexenio se enfrentará al agotamiento del manto petrolero; es indispensable que se planteen soluciones ya no prospectivas, sino inmediatas.
En seguridad ambiental, el deterioro de nuestros bosques, ríos y mares, junto con el agotamiento de los mantos acuíferos demandan atención urgente. En seguridad empresarial, el narcoterrorismo es ya una realidad que ha ocasionado migración interna y desalienta la inversión nacional y extranjera.
En seguridad informática, las telecomunicaciones exigen ponerle orden al monopolio creado por los Carlos y a otros pendientes que afectan a la nueva sociedad interconectada. En seguridad tecnológica, esperemos que pronto exista una Secretaría de Ciencia y Tecnología, o algo semejante, para dar rumbo a este aspecto relevante en el desarrollo de la patria.
Finalmente habría que incluir la seguridad jurídica. En el 2016 se echaron a andar los juicios adversariales; ahora el asunto es que disminuya la cifra negra, los delitos no denunciados.
Hay que sumar a la delincuencia organizada que trafica drogas, armas, dinero, personas y propiedad intelectual, en el contexto de la sociedad interconectada del siglo XXI, que ha propiciado que la seguridad y la defensa se hayan traslapad. Es impostergable hablar de seguridad nacional, no solo de la “interna”.
Estaremos atentos a escuchar y analizar sus propuestas.