El siglo XVI, tuvo momentos, claves para la humanidad. Por un lado, en Europa, gracias al Tratado de Tordesillas; se fortalecían internamente España y Portugal; además que se repartían prácticamente el nuevo mundo, dando paso a la nueva manera de hacer política. También países europeos, se enfocaron en defender sus ideales, economía, y agricultura. Las ciudades en Europa serían eje rector de consolidación de ejes financieros, gracias al nuevo mundo.
Nueva España; sería el nombre que le da el conquistador Hernán Cortes, a toda la conquista de América. Y el Virreinato, la institucionalización del sometimiento europeo hacia indígenas. En este periodo se funda la ciudad de Querétaro (1531).
Varias ciudades son fundadas en la época Virreinal, por diferentes motivos, sea porque eran territorios mineros importantes, concentraban poderes, eran embarcaderos, puertos hacia Europa, o porque eran paso obligado -caso de Querétaro- y es así, que todas las ciudades de ese periodo se desarrollarían a distintos ritmos.
Por ejemplo, en la ciudad de México -Influida por la traza prehispánica, planeada y organizada con un zócalo- quisieron dejar de lado las calles estrechas como en España, pero en Querétaro, no hubo tal planeación, se fue realizando con decisiones y acciones tanto de españoles, como de los caciques indígenas. En lo que podemos llamar nuestra “traza”, que partió del convento de San francisco, y de alguna manera influenciada por el cauce del rio.
Está disposición de calles, en el centro histórico, actualmente, nos invita a caminar y entrar a un ritmo más lento para desplazarnos, ya sea visitando las identidades de Querétaro, de compras, o simplemente de paso.
Y al salir del centro histórico, entramos un ritmo más acelerado, en donde ya no es posible caminar de manera segura, para admirar el nuevo Querétaro, o ¡si existe!, es por tramos; y donde el peligro de vivirlo a pie o con vehículo no motorizado, se siente; sea por infraestructura o educación. Me parece que, en Querétaro, aún tenemos oportunidad de retomar y replantear aspectos de urbanismo a una escala humana.