En el mundo de la discapacidad, constantemente tenemos limitaciones tanto a nivel personal como a nivel físico y arquitectónicamente hablando, pero de cada uno depende si eso nos limitará o nos impulsará a lograr grandes y mejores cosas.
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de vivir los dos lados de la moneda, tanto la manera sencilla, en donde solo pedía y todo lo obtenía tal y como lo quería, como también la parte de esforzarte constantemente, frustrarse y casi querer tirar la toalla logrando ese objetivo, pero hasta la fecha, nunca me había costado tantas lágrimas, humillaciones y corajes poder seguir haciendo lo que más amo.
Si bien es cierto que la vida consiste en retos constantes para poner a prueba diferentes habilidades en tu persona, tampoco se trata de hacerle la vida imposible a alguien más. ¿Por qué? Porque simplemente de esa manera no puedes dar tu máximo esfuerzo, y eso aplica para todo. El hecho de que con las personas que sueles compartir un tiempo y un espacio no confíen ni crean en ti y en lo que haces, así como constantemente te lo estén haciendo notar, va quitando las ganas de seguir adelante con ellos, por más que ames lo que haces. Si no tienes apoyo de esas personas que finalmente se vuelven parte de tu equipo, muy difícilmente se podrán sobrellevar diversas dificultades que se irán presentando
En cualquier tipo de relación que se tenga, tanto familiar como escolar, laboral o interpersonal, debe existir el ganar-ganar, ya que si nos centramos en el autoritarismo que antes era tan usado, “de haces lo que yo digo porque así lo quiero”, nada funcionará y a la larga ya sea uno o ambas personas se frustrarán al grado de únicamente hacer las cosas a la mala y únicamente por cumplir, no porque se esté disfrutando o aprendiendo de ello.
La vida es disfrutar y hacer que los otros disfruten tu compañía, no alejar y evitar querer estar contigo, ya que finalmente también entra la parte de, como dice en ‘El principito’, “si todo lo tomas personal, vivirás ofendido la mayor parte de tu vida. Recuerda que las personas hacen cosas y tú decides si te afectan o no. Así que siempre tomemos todo como un aprendizaje.