Siempre lo he dicho y cada día lo confirmo más, los padres pueden ser el mayor motor de sus hijos o el peor obstáculo en sus vidas, pero depende de cada quien lo que realmente quiera ser para ellos.
Parte de mi trabajo como psicóloga es poder apoyar a los padres de familia y brindarles las herramientas necesarias para una guía adecuada hacia la autosuficiencia y la productividad de sus hijos dentro de la sociedad, pero me queda claro que existen diversos factores los cuales cada vez van haciendo mucho más difícil el alcanzar aquella meta y una de ellas es la sobreprotección y la falta de límites dentro del hogar.
Así como la mayor parte de mi tiempo está lleno de satisfacciones por logros que van teniendo poco a poco tanto padres de familia como los hijos en cuanto a la independencia, desapego emocional y mejoramiento en su rendimiento deportivo, de igual manera está lleno de muchas decepciones y frustraciones de ver el daño tan grande que se les puede causar a los chicos. Me queda claro que como padres siempre se busca el bienestar de los hijos, pero desafortunadamente muchas veces se confunde el bienestar de los hijos con el propio, y es cuando nos cerramos únicamente a una idea y no permitimos el apoyo de otros, porque creemos que lo que hacemos y decimos está bien, cuando en verdad no lo está. Me causa mucha tristeza e impotencia que dentro de la misma discapacidad los padres no se den cuenta de hasta dónde puede afectar emocionalmente a un niño, con tal de conseguir lo que buscan, a pesar de que muchas veces se dice, “ por su discapacidad no comprenderá de la manera adecuada las cosas” o “tengo yo que decidir por él o ella porque no sabe lo que quiere ni como lo quiere”.
Sí, tenemos discapacidad pero también pensamos y sentimos y lo único que buscamos es una oportunidad para demostrar de lo que realmente somos capaces.
Así que siempre hay que recordar que los padres son una guía para que el niño/a sea productivo dentro de la sociedad y en cuestión de la discapacidad es exactamente lo mismo agregándole que si la persona únicamente puede mover un dedo, con ese dedo debe aprender a hacer absolutamente todo y ser lo más autosuficiente posible.