Raúl D. Lorea
Un proyecto social es un conjunto de ideas, acciones y/o planes que buscan como objetivo principal beneficiar a la sociedad o a un sector de esta.
Un ejemplo de un proyecto social de gran alcance sería la reestructuración jurídico-administrativa que ha tenido el transporte público queretano desde finales de la administración estatal anterior.
En ese sentido, las instituciones educativas de nivel medio y superior contribuyen con su granito de arena, ya sea con proyectos muy sencillos como jornadas de limpieza en algún parque público, acopio de ropa para donar en alguna comunidad de escasos recursos, jornadas de atención médica o proyectos más complejos como reunir el talento de sus alumnos para implementar algún programa de lectura, torneos deportivos, concursos, festivales, etcétera.
Todo lo anterior con el único y desinteresado objetivo de incidir positivamente en la vida de las personas.
Las instituciones educativas han sido un factor importante en esos proyectos por la facilidad para agrupar alumnos (mano de obra y talento).
El pasado 18 de febrero tuve la oportunidad de volver a mi alma máter (el Instituto Tecnológico de Querétaro) para ser testigo de un nuevo esquema de servicio social que está implementando con el objetivo de rescatar el valor del servicio social, que para los alumnos es un trámite, pero que a nivel institucional puede tener un gran potencial para desarrollar proyectos sociales.
Con gusto veo que, bajo la coordinación del arquitecto Juan Alberto Hernández Martínez y el liderazgo del arquitecto Oscar Ruiz Sánchez, el ITQ podría ser un factor de cambio para materializar proyectos sociales desde la óptica académica de la arquitectura y el urbanismo.
Muchas veces el servicio social es solo un requisito para graduarse, y termina reduciendo su valor a actividades que poco aportan al perfil profesional de los alumnos que pronto estarán ejerciendo una profesión.
Comparto y celebro esa visión de revalorar el servicio social y enfocarlo a ir más allá tanto para beneficiar a los alumnos como a la sociedad, buscando siempre generar esa visión social que tanta falta nos hace, la que nos motiva a tener empatía por los demás. ¿Usted qué hizo para liberar su servicio social?