El modelo de Suecia se concentra en proteger a los más vulnerables y permitir que los demás regresen a trabajar, se infecten y desarrollen inmunidad
Thomas L. Friedman
El modelo de Suecia podría ser el modelo que siga Donald Trump. Experimentar una pandemia es, ya de por sí, una muy mala experiencia. Pero es mucho peor sufrir al mismo tiempo una pandemia y una guerra civil. Bienvenidos a la era de Donald Trump al frente de Estados Unidos en 2020.
Si Trump ya los tiene mareados de tantas veces que ha indicado un giro a la izquierda (emitió lineamientos para indicarles a los estados la manera correcta de levantar los cierres de emergencia por la pandemia), pero ha dado vuelta a la derecha (urgió a las personas a liberar a sus estados del confinamiento, ignoró sus propios lineamientos e incluso le restó importancia a la realización de pruebas), créanme que no son los únicos.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1262205045359226880
En vista de la tendencia de Trump a hacer anuncios complicados, contradictorios y deshonestos, permítanme compartirles mi intento de interpretar lo que ha dicho:
“Con tal de preservar la libertad y el capitalismo de Estados Unidos, la generación más grandiosa se lanzó a tomar la playa de Omaha en Normandía el Día D (sin dejarse desalentar por la cortina de fuego de artillería creada por los nazis que, de hecho, ocasionó la muerte de muchos de ellos). Ahora también necesitamos preservar la libertad y el capitalismo de Estados Unidos, así que convoco a esta nueva generación a salir de compras a los centros comerciales de Omaha, Nebraska, sin dejarse intimidar por una pandemia de coronavirus que, según las probabilidades, solo matará al uno por ciento de los que se infecten. Así que, en un gran despliegue de valor, les pido que regresen a trabajar y retomen su vida de antes”.
Lisa y llanamente, el mensaje más reciente que Trump les ha enviado a los estadounidenses, con sus palabras y acciones, es el siguiente: de entre los dos modelos básicos que se han seguido en el mundo para lidiar con la pandemia en tanto se tiene una vacuna que haga posible la inmunidad de grupo (el riguroso modelo de gestión piramidal de China que consiste en hacer pruebas, rastrear, localizar y aplicar cuarentenas, y el modelo de Suecia, con un enfoque más colectivo concentrado en proteger a los más vulnerables y permitir que los demás regresen a trabajar, se infecten y desarrollen inmunidad de grupo de manera natural), su presidente ha decidido aplicar el enfoque sueco.
El problema es que no le avisó al país ni tampoco al equipo encargado de las acciones en respuesta al coronavirus, e incluso creo que es muy posible que se le haya pasado decírselo a sí mismo.
Sin embargo, es la única conclusión posible, en vista de cuánto se ha desviado Donald Trump de los lineamientos de su propio gobierno y el respaldo que les ha dado a sus seguidores, que desean ponerle fin al confinamiento, quienes, al igual que la mayor parte del país, ya se cansaron de tanto lineamiento y están desesperados por volver a trabajar y recibir sus sueldos.
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El problema es que, a tono con mi analogía del Día D, aunque el presidente Donald Trump ha decidido, en esencia, enviar a los estadounidenses a enfrentar en batalla al coronavirus, no les ha dado nada parecido a un mapa, una armadura, un casco o armas, y los combatientes ni siquiera cuentan con una estrategia coordinada para minimizar el número de bajas.
Por si fuera poco, también los envía sin ningún tipo de liderazgo nacional, así que, como cada pelotón (léase estado) se rascará con sus propias uñas, se maximizarán las probabilidades de propagación del virus entre las personas que quieren salir de compras y aquellas que prefieren seguir en cuarentena.
Para colmo, tampoco les ha dado un plan nacional para proteger a los más vulnerables, en particular a los ancianos, ni les ha dado el ejemplo para que todos utilicen tapabocas y practiquen el distanciamiento social en el lugar de trabajo y en espacios públicos. Encima, los envía sin ningún plan de retirada para el caso de que demasiadas personas vulnerables se infecten y se conviertan en bajas durante la incursión a los centros comerciales de Omaha y más allá.
GCS