Los rebrotes de la pandemia en países donde ya había sido controlada, y el manejo de estos rebrotes, vuelven a probar la aceptación y compromiso de los gobiernos con sus ciudadanos
Alejandro Gutiérrez Balboa/Columnista
Mientras Estados Unidos acusa a China de tratar de piratear y hackear investigaciones sobre la vacuna para el coronavirus, mientras varios laboratorios y universidades asociadas entran en la fase 4, de 5 que reclama el protocolo para ser autorizadas, los rebrotes de la pandemia en países donde ya había sido controlada, y el manejo de estos rebrotes, vuelven a probar la aceptación y compromiso de los gobiernos con sus ciudadanos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido acusado por personal sanitario de su país ante la Corte Penal Internacional de La Haya de crímenes contra la humanidad y genocidio, por su conducta irresponsable y omisa en la atención a la pandemia que ha puesto en riesgo a la población y al personal de salud. Con 2 millones y medio de infecciones y más de 87 mil muertos, Brasil es el segundo país con más contagiados y decesos.
Entre tanto, los rebrotes en Europa han sido graves en España, Suecia, Inglaterra, Rumania y Bulgaria, Austria, Croacia y Albania. Pero también ha habido rebrotes en China, Hong Kong y Vietnam, país éste sin ningún muerto desde el inicio de la pandemia.
La irresponsabilidad de gobernantes populistas, como Trump, que tiene el mayor número de casos y que encara el rechazo de la población tanto por el manejo de la pandemia como por su actitud contra las manifestaciones masivas en varias ciudades, o como el caso del español Pedro Sánchez que auspició concentraciones masivas que dispararon los contagios y luego dispuso de una reapertura precipitada, pretendiendo una normalidad que ignoró las advertencias de los científicos acerca de los rebrotes, o el caso del mismo Bolsonaro, él mismo contagiado y a pesar de ello continuó con su menosprecio a las medidas preventivas. Todos ellos son responsables de los contagios masivos y de las muertes adicionales, pretendiendo que podían controlar la reapertura.
Así, hoy nos encontramos en una carrera contra el tiempo. En un período récord, varios laboratorios dispondrán relativamente pronto de vacunas que finalmente reducirán efectivamente la pandemia, en tanto que varios gobernantes enfrentarán demandas similares a la presentada contra Bolsonaro, que tendrán que responder tanto jurídica como electoralmente.
El populismo en el mundo no tiene mucho futuro.