Tampoco era para mencionar que la finalidad es “salvar al futbol”, como lo dijo Florentino Pérez; creo que habrá una y mil formas distintas, contemplando y siendo más incluyente.
Iván Torres
La Superliga despertó al gran gigante queriendo establecer un nuevo orden mundial del futbol y no pudo ante las influencias fincadas por la UEFA y la propia FIFA que vieron amenazados sus intereses y sí… en esencia, uno de los valores del balompié mundial, la masividad que tanto dividendos le ha dado a sus ejecutores profesionalmente hablando.
Un proyecto u organización que se venía trabajando desde finales de 2017 aprovechó la crisis de los clubes europeos para adelantar su forma y su fondo. Por un lado, Florentino Pérez, exitoso presidente del Real Madrid, fue lanzado como el obús intelectual de los 12 equipos en rebeldía para intentar rescatar a los clubes que pasan por pérdidas económicas muy severas. Establecieron una fórmula que parece innovadora. lo creo desde el punto de vista de la calidad de los partidos; de repente ya un duelo Barcelona-Shaktar no suena tan atractivo a un Manchester United o Liverpool contra la Juventus de Turín. Sin lugar a dudas, 12 equipos: Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester City, Arsenal, Liverpool, Tottenham, Chelsea, Manchester United, Juventus, AC. Milán e Inter, más OCHO equipos invitados, ofrecerían un espectáculo continuo, atractivo para las nuevas generaciones que, por cierto, están perdiendo interés en lo que ofrece el futbol mundial.
Tampoco era para mencionar que la finalidad es “salvar al futbol”, como lo dijo Florentino Pérez; creo que habrá una y mil formas distintas, contemplando y siendo más incluyente.
Sin embargo, los ‘golpistas’ jamás imaginaron la fuerza de los gobiernos o estadistas que se pronunciaron sobre el tema, encabezados por Boris Johnson, dando la visión de los aficionados que, por cierto, dicen que no fueron tomados en cuenta; obligó y desató la deserción de los clubes que, de manera inmediata, comunicaron que se salían de la comunidad europea llamada Superliga.
Johnson se convirtió en el vocero de la UEFA y FIFA y contraparte de Florentino Pérez; por supuesto, pesó más un primer ministro a un directivo que no le ha quedado más que decir que la Superliga queda en ‘stand by’ respaldada con el activo de dos clubes: el Madrid y el Barcelona; este último, el más endeudado de Europa en los últimos años y por ello le urgía ingresar dinero de la nueva liga, así otros de los 12. Ojalá que las consecuencias no sean represalias dentro y fuera de la cancha para los ‘subversivos’ y sí sea un parteaguas para que la UEFA y la FIFA repartan mucho de las ganancias económicas que sí se adquieren de sus agremiados, quienes son los dueños de los jugadores y pagan sus sueldos y todo el aparato que los componen.
Ojalá planeen en verdad el rescate del espectáculo y de las economías del futbol mundial.