Lucía Foyo

Hola, soy Lucía Foyo y soy psicóloga. Hoy te quiero compartir un tema que te puede ayudar a entender por qué te sientes tan desmotivado y cansado, y a mejorar tu salud física y mental.

Al menos durante la última década, mucho se ha hablado del síndrome de ‘burnout’, una enfermedad referida al ámbito laboral que provoca deterioro en la salud física, mental y emocional.

También llamado síndrome de ‘aniquilamiento’, de ‘estar quemado’, de ‘desmoralización’, agotamiento emocional o profesional, es cada vez más común en la sociedad.

Los síntomas pueden afectar no solo el ámbito laboral, sino también el escolar, familiar y social. Por ello, es importante estar alerta a las primeras señales de agotamiento mental y emocional.

Esta situación se acrecienta hoy debido a lo que estamos viviendo, incluso, en algunas personas, el nivel de fatiga percibido es tan alto que sienten que no tienen la capacidad suficiente para afrontar el día a día.

Este cansancio o agotamiento emocional puede estar acompañado de sentimientos de angustia, estrés y depresión, además de problemas de atención, concentración, memoria y la sensación de que los pensamientos se vuelven cada vez más lentos. Además, se presenta la sensación constante de estar abrumado, sobrepasado y sentirse fatigados mentalmente, sensaciones que se mantienen aun luego de tomar un descanso.

Toda esta situación no aparece de un día para otro. Es un malestar progresivo por la sobrecarga de conflictos, la alta cantidad de responsabilidades asumidas, ambiente familiar o social con alta demanda de problemas o problemas en la relación de pareja.

Las personas que tienen más posibilidad de presentar agotamiento emocional son aquellas que sienten que entregan más de lo que reciben en distintos ámbitos de su vida, que asumen muchas responsabilidades, que no saben decir que “no”, que les cuesta tomarse vacaciones o descanso y que presentan pocas actividades de autocuidado.

Entre los síntomas más comunes se presentan:

• Cansancio físico.
• Problemas para dormir (insomnio o hipersomnia).
• Hipersensibilidad e irritabilidad.
• Falta de motivación.
• Problemas de concentración y de memoria.
• Dolores de cabeza.
• Problemas gastrointestinales.
• Sentirse con menos paciencia.

Para reducir las consecuencias negativas del cansancio emocional, lo primero es reconocerlo y aceptar que necesitamos hacer un alto en nuestra rutina.

Descansa adecuadamente. Ten tiempos libres para ti que te permitan descansar. A veces es necesario hacer un alto y desconectarse de las responsabilidades que tenemos.

Realiza tus ‘hobbies’ y actividades de autocuidado.

Realiza ejercicios de relajación y meditación.

Establece límites y prioridades.

Hidrátate adecuadamente; te ayudará a mantenerte más activo y alerta.

Comunícate de manera asertiva.

Escucha tus emociones y tu cuerpo.

Te sugiero que, si tienes alguna duda, acudas al psicólogo. Recuerda que la salud mental influye en todos los aspectos de tu vida.

Psicóloga Lucía Foyo Niembro

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