La jefa y sus inquietos: Calabazas artesanales de Amealco son un éxito en Estados Unidos, pero ganan los intermediarios

Artesanos de San Ildefonso Tultepec no creen justo que sus productos se revendan a un precio hasta 15 veces mayor al monto que les llega a sus bolsillos

Fotos: Yarhim JIménez
Texto: Khalid Osorio

Los intermediarios que exportan las mercancías de los artesanos queretanos multiplican el costo de los productos hasta 15 veces en comparación con lo que les pagan.

Don Ildefonso, artesano del municipio de Amealco, ya lo vivió.

Las calabazas que fabrica en su taller al interior de su propiedad le eran adquiridas en 28 pesos y en Estados Unidos alcanzaron un precio de 400, es decir, 20 dólares por pieza.

NO ES UN NEGOCIO DE GANAR-GANAR

Tres intermediarios del estado de Jalisco llegaban a su taller en donde compraban hasta 2 mil piezas para exportar. Por cada una de las calabazas, Ildefonso obtenía una ganancia neta de entre cinco y seis pesos.

“Las pintan en Guadalajara con un proceso industrial. Pintan hasta 300 por día y les ponen su etiqueta”, dijo el artesano.

En su taller se realizan entre 25 y 30 calabazas diarias. El proceso consiste en secar el barro, molerlo, prepararlo para su moldeado, formar la pieza y dejarla secar. Hornean 300 piezas en ocho horas.

Ildefonso optó por salir de la comunidad que lleva su nombre para comercializar él mismo sus productos obtener un ganancia justa.

Buscar obtener un precio mejor para que el fruto de su esfuerzo no se quede en manos del intermediario.

Las entidades donde se comercializan sus productos son: Estado de México, Hidalgo y algunos lugares de la zona metropolitana de Querétaro.

GALERÍA: