Apicultores desarrollan parches de propóleo cicatrización

Redacción

“Un día, unas abejas invadieron la bodega donde mi hermano guardaba madera. Yo no quería matarlas, por lo que decidí quedarme con el panal y con la ayuda de mi hermano y mi primo apicultor conocí la importancia de la polinización que realizan en el medio ambiente y los beneficios que nos proporcionan, desde la extracción de la miel hasta la realización de diversos productos”, recuerda la productora de miel Martha Flores García.

Explica que justo después de aquel incidente inició la construcción de su primer bastidor y caja hechos a mano, ya que no contaba con la herramienta necesaria para poder extraer sus primeros litros de miel.

Tras obtener sus primeros litros de miel y ofertarlos con algunos de sus familiares, vecinos y amigos, comenzó a realizar más cajas para su producción partiendo de dos, después tres y así hasta obtener veintisiete.

Explica: “El proceso para cosechar la miel es una vez al año en el mes de noviembre. A partir de ahí revisamos cada tercera semana las cajas para checar su población y darles seguimiento. En promedio nuestra producción de miel es de media tonelada y el objetivo es duplicar o triplicar la producción”.

La oriunda del pueblo de San Andrés Ahuayucan, Xochimilco, en la Ciudad de México, lleva más de 17 años produciendo miel. Hace cuatro años, tras recibir diversos cursos de apicultores y herbolaria por parte de la Alcaldía inició con la elaboración de nuevos productos entre ellos: talcos, perlas de propóleo, jarabes para la tos, velas aromáticas y bálsamos labiales.

Actualmente desarrolló una especie de bombitas con miel para pies cansados y tiene en proceso la creación de parches de miel con propóleo para acelerar el proceso de cicatrización de heridas.

“El propóleo tiene propiedades maravillosas. Incluso las abejas lo utilizan como antiséptico y para limpiar sus panales de agentes externos. La miel por su parte ayuda al proceso de cicatrización y regeneración de la piel ” asegura.