Así que aquí te van los cuatro consejos para ganar tu batalla: Enraízate, analiza en donde estás y cuáles son las situaciones, personas y circunstancias que te hacen estar en dónde estás. Segundo: focalízate, con disciplina al punto que quieres llegar. Tercero: se flexible ante lo que no puedes controlar, con aquellas cosas o circunstancias inesperadas; la flexibilidad puede marcar la diferencia entre continuar o estancarte. Y, por último, mantén tu equilibrio personal, cuida las áreas que componen tu vida, tu salud, tu familia, tu crecimiento personal, profesional, tu manejo del tiempo de esparcimiento, ocio, espiritual y social.