Estimado lector/lectora: Si eres de más de 30 años, probablemente recordarás ‘La vida es bella’, una conmovedora película italiana de Roberto Benigni a la que me he referido en colaboraciones anteriores.

Situada en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, la historia presenta a un judío que echa mano de su lúcida imaginación para hacerle creer a su pequeño hijo que en realidad no están confinados en un campo de concentración nazi, sino que solo se trata de un juego. El filme es un homenaje de Benigni a su progenitor, un sobreviviente del campo de concentración de Bergen-Belsen.

El padre de Benigni es un ejemplo ideal de resiliencia, como se da en llamar a la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas.

Si bien la mayoría de nosotros no hemos tenido que vivir situaciones tan extremas, lo cierto es que, si desarrollamos resiliencia, estaremos en posibilidad de enfrentar de manera más efectiva los retos que nos pone la vida por delante.

¿Tú te consideras resiliente? Si no estás seguro, te daré la oportunidad de saberlo. Lee las afirmaciones siguientes y piensa qué tanto describe cada una tu manera de ser. Anota cuáles responderías con “sí” (yo soy así), cuáles con “no” (yo no soy así) y cuáles con “más o menos” (soy así, pero no demasiado):

1) En una crisis o situación caótica. respondo con tranquilidad y me enfoco en las acciones que debo tomar.

2) Me considero una persona sumamente optimista. Entiendo que las dificultades son temporales y siento la confianza de poder superarlas.

3) Soy capaz de tolerar altos niveles de ambigüedad e incertidumbre en las circunstancias que se me presentan.

4) Me adapto con rapidez a situaciones nuevas, pues me considero apto/a para recuperarme de las contrariedades.

5) Me considero una persona divertida. Soy capaz de abordar con sentido del humor las situaciones difíciles y poseo la capacidad de reírme de mí mismo/a.

6) Me recupero emocionalmente de reveses y pérdidas con la ayuda de amigos y personas cercanas, con las que siento que puedo hablar.

7) Me valoro y confío en mí mismo/a, pues soy dueño/a de una sana imagen de mi propia persona.

8) Muestro curiosidad y hago preguntas. Me interesa saber cómo funcionan las cosas y me agrada buscar nuevas maneras de hacer las cosas.

9) Aprendo valiosas lecciones de mis experiencias y de las experiencias de otras personas.

10) Soy bueno/a resolviendo problemas. Abordo las situaciones de manera creativa, analítica y con sentido común.

11) Soy bueno/a para sacar adelante las cosas, razón por la que con frecuencia se me pide que sea yo quien dirija grupos y proyectos.

12) Soy muy flexible y me siento cómodo/a con la complejidad de las paradojas, por lo que puedo actuar de una manera u otra, según lo que se requiera.

13) Me he dado cuenta de que puedo ser una persona diferente en diversas situaciones, sin dejar de ser quien soy.

14) Prefiero trabajar sin una descripción detallada de lo que debo hacer, pues soy más efectivo/a cuando me siento libre de hacer lo que pienso que es mejor.

15) Confío sumamente en mi intuición para hacerme una clara idea de cómo responderán las personas en determinadas situaciones.

16) Soy bueno/a para escuchar, pues mi capacidad de empatía hacia los demás es notoriamente elevada.

17) Me adapto con facilidad a la manera de ser de cada persona y evito juzgarlas de manera rígida.

18) Soporto con éxito las situaciones difíciles, pues mi capacidad de resistencia a los retos es muy alta.

19) Me he vuelto una persona mejor y más fuerte tras haber afrontado las experiencias difíciles que se me han presentado.

20) He transformado mi mala fortuna en buena suerte, ya que soy apto/a para derivar beneficios de las malas experiencias.

Date 2 puntos por cada afirmación respondida con “sí” y 1 punto por las de “más o menos”. Las que contestaste con “no” valen cero puntos.

Si obtuviste 32 puntos o más, eres una persona sumamente resiliente, por lo que tu capacidad para salir adelante ante las adversidades es muy alta. Si obtuviste entre 26 y 31 puntos, tu resiliencia es satisfactoria. Si sacaste de 20 a 25 puntos, tu resiliencia es adecuada, aunque algo limitada. Si tuviste de 14 a 19 puntos, tu resiliencia es reducida y si obtuviste menos de 14 es alarmantemente baja, por lo que no sería mala idea acudir a ayuda psicológica.

El cuestionario fue diseñado por Al Siebert (la versión en español es mía), un investigador con extensa experiencia en el tema, quien identificó las conductas distintivas de los individuos resilientes:

A) Se distinguen por su curiosidad infantil y traviesa.

B) Aprenden constantemente de la experiencia.

C) Se adaptan con rapidez.

D) Poseen una alta autoestima.

E) La confianza en sí mismos los lleva a tomar riesgos calculados.

F) Sus relaciones con sus amigos y parientes son gratificantes y efectivas.

G) Expresan su sentir de manera honesta y directa.

H) Confían en que las cosas saldrán bien.

I) Son capaces de comprender a los demás por su elevada empatía.

J) Poseen una extraordinaria intuición.

(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa