Para Lorena y Miguel, por su amor a la música.
“Imagina que no hay países. Nada por lo que matar o morir. Imagina a todo mundo, viviendo la vida en paz”. John Lennon
En un mundo devastado después de la Segunda Guerra Mundial, ya nadie quería más guerra de armas y de millones de muertos, es lo que marca el inicio de la Guerra Fría. Ésta fue el enfrentamiento entre dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, que duró casi toda la segunda mitad del siglo veinte; fue una guerra, no de armas, sino ideológica y política. Los soviéticos se asentaron en los países que quedaron detrás de la Cortina de Hierro: Polonia, la Federación Democrática de Alemania, Rumania, Hungría, Bulgaria y Checoslovaquia, hoy República Checa con Praga, su capital.
En la bella Praga se encuentra el Muro de John Lennon, una pared que se podía encontrar en cualquiera de los edificios del barrio de Malá Strana. John Lennon fue muy admirado por los jóvenes pacifistas de la Europa Central y del Este durante el régimen soviético. En esa época, las canciones occidentales estaban prohibidas por las autoridades comunistas, especialmente las de Lennon. Pues se consideraban “actividades subversivas contra el estado” por su prédica de la libertad.
A principio de los años ochenta, tras la muerte de Lennon, el muro empezó a decorarse con graftis inspirados en el artista junto a frases desafiantes hacia las autoridades. Esta acción era inaceptable para el régimen comunista; por ello, en el día, la policía comunista quitaba las pintas y los jóvenes, como eternos penélopes, en la noche repetían sus inscripciones en el muro junto a fragmentos de canciones de los Beatles. Era un acto cargado de simbolismo que se convirtió en un tema político al dejar plasmadas, en sus propias impresiones, sus sueños de paz y libertad.
Este Muro ha permanecido como un lugar simbólico en homenaje a un hombre en su lucha por la igualdad, la paz y la libertad para todos. Es un monumento a la libre expresión y a la rebelión no violenta que la juventud checa interpuso ante un régimen autoritario, en 1980. Es, también, un memorial a la figura de John Lennon y a sus canciones, especialmente a Imagine (Imagina) que es su sencillo más vendido en su carrera como solista.
Imagine es una de las canciones que alentó a la juventud checa a imaginarse un mundo en paz donde no existieran fronteras ni divisiones, así como la posibilidad de que la humanidad viviera libre de posesiones materiales. Basada en la esperanza de un mundo en paz, fue como un hito para muchos jóvenes que vivían en países detrás de la Cortina de Hierro, cooptados en sus expresiones, insertos en un contexto de prohibiciones y autoritarismo.
Hoy, ante un mundo colapsado por el odio, el fanatismo, el terrorismo, las migraciones, las crisis económicas y políticas, el Muro de John Lennon es una memoria activa, útil para mirar en el retrovisor de la historia, para revisar en lo que nos hemos equivocado y no repetirlo en el futuro. Pero parece ser que los humanos no aprendemos, repetimos los errores en lugar de las esperanzas. Ahí están los continuos ataques terroristas en París, Bruselas, Estambul, Bangladesh, Bagdad, Orlando, Niza y…
…mejor cantemos Imagine (fragmento traducido):
“Imagina que no hay Cielo, es fácil si lo intentas. Sin infierno bajo nosotros, encima de nosotros, solo el cielo. Imagina a todo el mundo viviendo el día a día. Imagina que no hay países, no es difícil hacerlo. Nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión. Imagina a todo mundo, viviendo la vida en paz. Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo será uno solo. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si puedes. Sin necesidad de gula o hambruna, una hermandad de hombres. Imagínate a todo mundo, compartiendo el mundo”.
Por: Patricia Espinosa Torres, Política, conferenciante y humanista comprometida con la construcción de una sociedad más justa y equitativa
[email protected] / Facebook Patricia Espinosa Torres