Hace unos días surgió una polémica en San Juan del Río por una situación que para la mayoría de la población puede pasar incluso desapercibida o simplemente pasara como situación que no interesa a la sociedad. Resulta que el domingo pasado el propietario de una de las fracciones del llamado “Portal de Reyes”, que es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, se le ocurrió pintar la fracción que le corresponde con un color azul y con pintura comercial, de ahí que menciono que es un hecho que pasa desapercibido, sin embargo para muchos, incluye al que esto escribe, pues constituye una manera de ir en contra del patrimonio monumental de los sanjuanenses; y no lo es por el color que para algunos puede significar una cuestión política, si no que el propietario no respeto lo histórico que tiene en su propiedad.
Algunos personajes alzaron la mano diciendo que era responsabilidad del ayuntamiento vigilar esta situación, algunos otros inmediatamente dijeron que es responsabilidad del INAH, otros tantos del gobierno (lástima que no definan de que nivel estamos hablando), y algunos pocos pues dijeron que es responsabilidad del propietario.
Yo en lo personal considero que es un problema de todos, y no es por repartir responsabilidades pero quiero explicar por qué digo que la responsabilidad es colectiva, es muy sencillo, no hemos tenido conciencia, de lo que tenemos en nuestra ciudad, ni los propietarios de los edificios antiguos o monumentales valoran lo que se tiene, ni la sociedad protege lo que se posee, ni el estado o los tres niveles de gobierno cuidan lo que es propiedad de todos los mexicanos; y esto no me refiero en el último de los mencionados que haya un estado gendarme con policías en cada monumento, si no que me refiero a que no hay los instrumentos jurídicos para proteger los tesoros que son de todos nosotros.
En el caso de este edificio que fue pintado de manera incorrecta pocos levantaron la voz para llamar la atención al respeto, sin embargo, a unas cuantas cuadras se encuentra el llamado “Portal de la Empacadora”, un edificio también emblemático, pero a punto de caer por sus condiciones físicas y en donde los propietarios solo lo han apuntalado y asegurado y casi nadie ha dicho nada.
O por qué no decir de igual forma sobre el mal llamado grafiti, que lejano de ser un problema de seguridad, es un problema social donde los valores de los jóvenes, principalmente, han quedado a un lado, por la falta de atención muchas veces de los padres, pero en la mayoría de los casos la falta de atención de la sociedad que en lugar de atender el problema se dedican a acusar, a señalar y a menos preciar a los jóvenes.
Creo y sigo insistiendo que uno de los elementos que necesita la sociedad es concientizar, pero que este trabajo tiene que ir enfocado a rescatar valores, a rescatar educación y a rescatar identidad.
Y no solo me refiero al hecho de lo que comente en la ciudad, si no en todos las acciones que emprendemos como sociedad. Nuestro México, nuestro Querétaro, nuestras ciudades necesitan tener conciencia de lo que hacemos, es indispensable recuperar valores como la lealtad, la honestidad, el respeto, la libertad, la identidad, y muchos otros que parecen que han desaparecido por el egoísmo, por las cuestiones políticas o por las situaciones de indiferencia.
En este inicio de ciclo escolar es un momento oportuno de trabajar la conciencia de los jóvenes, pero sobretodo es momento de trabajar en las familias para recuperar valores y llevarlos a la práctica.