El mayor riesgo de mobbing (conflicto laboral, estrés, acoso laboral) a psicólogos parece detectarse en los sectores ocupacionales comprometidos con la salud, la asistencia social, la educación, la justicia y en otros desempeños en la administración pública, que implica un trabajo seguro, bajos salarios y en los que existe mayor implicación personal.
Los estudiosos del tema hacen referencia a cuatro principales factores de riesgo en el estrés o conflicto laboral:1. Las tareas que se asignan representan una sobrecarga cuantitativa y un déficit cualitativo. La demanda es mucha y el control es poco.2. Las actividades que se realizan, de manera diaria y por largo tiempo, caen en la monotonía, en la repetición, en la ambigüedad y conflicto del rol que desempeña.3. Los estilos directivos, autoritarios y prepotentes, que buscan resultados eficientes, no toman en cuenta el factor humano para la productividad.4. La estructura organizacional y equipamiento, que puede ser deficiente o carentes, obligan al profesional a proveerse a sí mismo.
Lo anterior es entendible si consideramos que los profesionales con mayor vulnerabilidad son los que identificamos en minoría en el ámbito laboral (por discriminación, rechazo por género, preferencia sexual o civil, personas con minusvalías o defectos físicos, origen académico o tipo de formación profesional); los que tienen fuerte personalidad, demasiado autónomas o impulsivas; los que no aceptan el rol de sumisión (por ejemplo los asalariados demasiado honestos, que no hacen reverencias, escrupulosos y dinámicos); los profesionales que realizan funciones de manera aislada, independiente, apartada del equipo de trabajo, que no recibe supervisión; los menos competentes, por falta de capacitación o actualización profesional, y los que presentan condiciones adversas (funciones sindicales, mayores de 50 años, embarazadas, en periodo de prácticas profesionales, de recién ingreso laboral y los sobrecalificados).
Las asociaciones gremiales de psicólogos en el país han recibido, en los últimos años, una serie de requerimientos de apoyo por diversos profesionales de la psicología para atender problemáticas relacionadas con el “mal trato” laboral que reciben de parte de jefes y compañeros de trabajo. Las situaciones presentadas son muy variadas y cada caso ha ameritado un análisis particular. Algunos de ellos solo han quedado en la presentación verbal de los sucesos, sin que medie una demanda por escrito, resguardándose la identidad del profesional quejoso por motivos de confidencialidad, evitar represalias y protección a su empleo.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH (Capítulo Dos), hace una breve introducción de los problemas que resuelve éste organismo, al respecto del mobbing realizado por alguna autoridad administrativa, tiene competencia para conocer las quejas en cualquier lugar del territorio nacional.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), como parte de una política de igualdad social, impulsa el reconocimiento de oportunidades y el respeto de los derechos laborales entre hombres y mujeres, al tiempo de evitar la discriminación de cualquier índole.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace hincapié en las dificultades que existen para comparar los índices de violencia registrados en distintos países y por ello elaboró un documento para promover el dialogo y la formulación de políticas e iniciativas que apunten a repudiar la violencia y erradicarla inmediatamente del lugar de trabajo.
El Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro, AC (COEPSIQUE), tiene como objetivos el promover y vigilar que el ejercicio profesional del psicólogo se realice dentro del más alto plano legal, ético y profesional y la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de México, A.C. (FENAPSIME) reconoce la importancia de coadyuvar a que se conquisten, consoliden y/o respeten para los seres humanos, sin distinción, los siguientes derechos: Derechos civiles y políticos; Derechos económicos, sociales y culturales.
Por ello, con el propósito de generar un ambiente laboral sin mobbing, es necesario garantizar el desempeño ético y profesional de las psicólogas y psicólogos ante sus usuarios y equipo de trabajo; tener conocimiento y la aplicación de reglamentos, manuales de procedimientos y demás normatividad institucional; asegurar que el perfil profesional del psicólogo contratado sea congruente con el perfil laboral requerido por la dependencia y procurar la capacitación y actualización profesional de las psicólogas y psicólogos durante su tiempo de contratación, entre otros factores.
Deseo que las autoridades de gobierno retomen ésta iniciativa que se presentará a su consideración, en breve tiempo.
Por: Juan Carlos García Ramos, Psicólogo Clínico
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