Lo único que los políticos detestan es que la prensa los ignore y resulta que en los últimos tiempo el cuarto poder, se convirtió en idiota útil de quienes quieren llegar al poder o interferir en el trabajo de un gobernante porque se convirtió, ‘sin querer queriendo’ como decía Roberto Gómez Bolaños, ‘El Chavo del Ocho’, en el principal aliado.
Lo importante para un político es que los nombren para bien o para mal y mientras ello ocurra eso será siempre un triunfo porque no invierten nada en publicidad y eso lo comprendió el candidato republicano.
El miércoles, un día después de la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, expertos de medios de comunicación de los periódicos se reunieron para una evaluación y concluyeron que los únicos culpables de este suceso fueron ellos mismos.
De manera hábil Trump comenzó a insultar periodistas y a decir que eran manejados por la candidata Hillary Clinton, además para condimentar la salsa dijo que de México solo llegaban delincuentes y que iba a construir un muro gigante para evitar el flujo masivo de emigrantes ilegales a su país procedente del país azteca. La información fue magnificada por los periodistas y ello le sirvió a su vez de publicidad, con lo que se ahorró una suma importante en este ítem.
También de manera inteligente Trump vendió la idea en las redes sociales que los ‘malos del cuento’ eran los periodistas y que los sondeos que presentaban era manipulados para engañar a los menos favorecidos y que por lo tanto él era un perseguido lo que despertó la pasión por sus ideas lo que le reportó al final no solo la presidencia sino el control del Senado y la Cámara es decir el poder completo con lo que podrá hacer lo que le venga en gana.
El mundo ya está tomando nota de este hecho, pero lo único cierto es que Donald Trump ganó y se posesionará el 20 de enero de 2017 como el presidente 45 de los Estados Unidos.
Lo que sucedió en Estados Unidos el 9 de Noviembre también se dio en el Reino Unido donde la gente contra todo pronóstico votó por la separación de la Unión Europea (UE) y en Colombia, el 2 de octubre, cuando ante el asombro del mundo, los partidarios del ‘No’ consiguieron sacar una votación superior a los del ‘Si’ y con ello no se aceptó el Plebiscito de la Paz. En los casos cuando la ‘gente despertó’ de su error, nada o casi nada se podía hacer, aunque en el caso de Colombia se habla ya de un nuevo Acuerdo de Paz, lo que sería increíble, pero está ocurriendo.
Por: Pedro L. Jáuregui Ávila