Siempre que se le ‘mojan los pantalones’ al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cierra la frontera con Colombia y para que no se note la disculpa lo hace también con Brasil.
Pero ¿por qué cierra la frontera Colombia? Primero porque así crea una cortina de humo para decir que la frontera es la causa del origen de la crisis social y económica que vive su país y en segunda lugar porque esa frontera le duele porque es allí donde nació el movimiento para buscar su salida del poder.
En el pasado los dos últimos presidentes, el desaparecido Hugo Rafael Chávez Frías y Nicolás Maduro, han buscado pretextos que en un principio fueron aceptadas por sus seguidores pero que con el paso de los años fueron perdiendo la credibilidad por lo insensatas que eran.
“Estados Unidos, nos va invadir, quiere matarnos utilizando sicarios o paramilitares colombianos enviados por el expresidente Álvaro Uribe o venezolanos residentes en el extranjero” fueron frases trilladas por Chávez y luego su sucesor que cuando empezó contando la ‘historia del Chávez se le había parecido convertido pajarito’ que le dio la vuelta al mundo, sirvió para que sus áulicos empezaran a creer que no todo lo que decía su flamante presidente era cierto.
Los últimos comics de Nicolás Maduro datan del retiro hace algunos días de los billetes de 100 bolívares, el valor más alto en circulación, lo que motivo una reacción violenta en los últimos días porque la población venezolana quedó sin efectivo para venir hacer compras al otro lado de la frontera, especialmente en Cúcuta (Colombia) porque en Venezuela no pueden hacerlo toda vez que no hay nada que adquirir.
La economía venezolana se deterioró lentamente en los últimos tiempos pero el declive se aceleró últimamente ante el bajón que sufrió el petróleo base de la economía del país sudamericano que vio como no podía pagar sus obligaciones con la solvencia de antes y no dar el subsidio al que tenía acostumbrado a sus conciudadanos y países que compartían sus ideas como parte del ‘circo y pan’, al mejor estilo romano de la época de los emperadores.
La determinación de cerrar la frontera la semana pasada por 72 horas luego por otros tres días hasta el 17 de diciembre y por último hasta el 2 de enero de 2017 hizo que la furia contenida se desbordará en varios estados, especialmente el Bolívar, lo que obligó al gobierno a militarizar la capital, Ciudad Bolívar, donde unos 400 comercios fueron saqueados el fin de semana, y otros 220 locales también fueron saqueados en otras ciudades cercanas.
En La Fría, del estado Táchira, en el rincón más cercano a Colombia, un grupo incendió la alcaldía y atacó 15 comercios.
En su locura Maduro ha dicho que todo es resultado de un plan maquiavélico promovido por Estados Unidos, la oposición y las “mafias” para sacar del país los billetes de 100 bolívares, pero como es su costumbre no aportó detalles que justificaran su comentario, algo que no es raro en él.
El futuro de Venezuela es con el paso de los días cada vez más complicado y pensar en una guerra civil o el retiro de la presidencia de Nicolás Maduro es algo que hace poco hubiera parecido utópico pero no ahora.
Por: Pedro L. Jáuregui Ávila