Es poco probable que este artista norteamericano imaginara que su visión de la fama, -como producto de satisfacción-, se evidenciaría de manera tan decisiva con la transformación de los medios electrónicos y el surgimiento de las redes sociales; ni que cualquier persona, aún sin buscarlo, tendría posibilidad de convertirse en una celebridad.
Un aspecto importante de la obra de Warhol, consiste en que sintetiza una época y lugar determinados, así como un ejemplo del movimiento denominado pop art, que criticaba el arte elitista y los excesos de la industrialización, con el deseo de exponer el mundo real e inmediato, es decir, la superficialidad e impersonalidad propia de la cultura de masas.
Como uno de los pioneros de esta corriente, de manera mordaz llevó la experiencia comercial al ámbito artístico, para hacer una propuesta cargada de ironía. Su obra, marcada por la exaltación de elementos, motivos y técnicas publicitarias muestra por una parte, el mecanismo de creación de celebridades, pero también critica la ‘alta cultura’ por considerarla distante de la realidad.
Las famosas latas de sopa Campbell, así como las serigrafías de estrellas como Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Elvis Presley -extraídas de la vida cotidiana y del espectáculo-, las llevó a una significación distinta.
Sorprende que al revisar su obra, siga vigente su crítica e ironía. Mantiene el cuestionamiento sobre el uso de las imágenes que circulan en nuestra vida cotidiana, marcadas por la saturación, la banalización, la apropiación y el consumo voraz.
Los Screen Test o retratos con movimiento de 3 minutos, tomados tanto a personajes anónimos como conocidos, guardan similitud con las imágenes de perfil en movimiento empleadas en Facebook o Whatsapp, por ejemplo. Sus series de fotografías de accidentes y suicidios, publicados en los noticiarios y periódicos, resultan muy semejantes a los videos de las mismas desgracias que circulan en redes sociales, con la novedad de que se transmiten en tiempo real.
La frivolidad de la fama que denunció Warhol, -a la que también sucumbió-, no demeritan la valía y autenticidad de su propuesta.
Por esto y muchas otras razones, vale la pena visitar la exposición ‘Andy Warhol. Estrella oscura’ que se presenta hasta el 17 de septiembre en el Museo JUMEX de la Ciudad de México.