En su más reciente documento, “Gaudete et exsultate”, Francisco dedica un apartado completo a los gnósticos. Pero ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿por qué su doctrina es peligrosa para la Iglesia?
- Una vieja doctrina. “Gnosis” en griego quiere decir “conocimiento” y –como explicaba un querido profesor mío, ya fallecido, don Lucas Mateo-Seco– hubo un gnosticismo ortodoxo (el de los Padres de la Iglesia) y otro heterodoxo. Más que una herejía cristiana, se trata de una falsa religión, que tomó su ropaje externo del cristianismo.
El gnóstico busca “dentro de sí mismo” la sustancia de la propia salvación, y espera encontrarla inevitablemente, ya que ha nacido con ella. De ahí que pueda darse, “gnosis sin salvador, pero no salvación sin gnosis”; es decir, no haría falta acudir a Jesús para salvarnos.
- Un problema real y actual. Aquella misma doctrina se ha hecho presente, dos mil años después, “con alarmante actualidad”, también en la Iglesia de nuestra época, y se manifiesta en la actitud de quienes se aferran a la “seguridad doctrinal”, pero sin interesarse realmente ni de Jesucristo ni de los demás. (Cfr. Gaudete et exsultate, 35)
El Papa hace ver que “esto puede ocurrir dentro de la Iglesia”, tanto en los laicos de las parroquias como en profesores católicos de filosofía o teología, que suelen caer en una “peligrosa confusión”: la de creer que, porque sabemos algo o podemos explicarlo con una determinada lógica, “ya somos santos, perfectos, mejores que la ‘masa ignorante’.” Pero en realidad, ese conocimiento debería llevar a amar más a Dios y a ser misericordiosos con el prójimo. (Cfr. nn. 45-46)
Epílogo. El gnosticismo actual toma forma de un docto “individualismo”, que se apoya en la autosuficiencia académica y en una autosuperación sin ayuda. Por eso, el Papa Francisco nos reorienta hacia el camino correcto, tanto a creyentes como a no creyentes, pues a todos nos recuerda, por una parte, que nuestra mente no agota la realidad ni sustituye a Dios y, por otra, que no nos podemos olvidar que nuestra vida está en relación con el próximo más necesitado de comprensión y ayuda.