Para nadie es secreto que en este país, para muchos, la evasión de impuesto es deporte. También para nadie es secreto que la modalidad más socorrida desde hace ya varios años es la emisión de facturas simuladas o falsas.
¿Por qué es tan atractivo la emisión/adquisición de este tipo de facturas? Para los contribuyentes comunes y corrientes es una manera de generar deducciones improcedentes de ISR o acreditamientos indebidos de IVA. Para los patrones abusivos, en combinación con esquemas de “outsourcing” agresivos, es una manera de “pagarle” a sus empleados sin tener que cubrir las cargas sociales como cuotas de IMSS, INFONAVIT y AFORE. Para los funcionarios públicos corruptos es una manera de cometer actos de corrupción y financiar campañas políticas. Para el crimen organizado es una manera de lavar dinero. Por otro lado, para quienes emiten estas facturas falsas, es una manera de hacerse de fortunas sin tener talento, sin esfuerzo, sin invertir capital, sin generar valor, y así poder darse un estilo de vida estrafalario (porque miren que lo presumen a diestra y siniestra con autos lujosos, vacaciones suntuosas, aviones y yates propios de un nuevo rico) y que no merecen. Así de claro.
Este abuso y conducta criminal tiene que parar porque (i) promueve la imagen del que transa avanza; (ii) pone en desventaja competitiva a los contribuyentes que si asumen las cargas sociales de sus empleados y pagan su correspondiente impuesto; (iii) priva a los trabajadores y a sus familias de acceso al sistema de salud público, les cierra la posibilidad de adquirir un hogar con financiamiento blando y de generar un ahorro para su vejez; (iv) permite que se sigan dando actos de corrupción en el gobierno a través de una fachada de legalidad; (v) abre una avenida para que el crimen organizado inserte sus recursos a la economía formal; y (vi) se priva al fisco de una recaudación calculada en 2 billones de pesos anuales.
Quienes me conocen saben que no soy partidario de MORENA, pero si este partido logra aprobar la legislación que frene este cáncer seré el primero en aplaudirles. En este momento se están discutiendo un par de iniciativas, directa o indirectamente apoyadas por MORENA, que establecerían mecanismos para atacar el tema. Por un lado se propone que quien contrate servicios (del tipo que dan origen a las facturas falsas) deba retener 2/3 partes del IVA causado y 10% de la contraprestación por concepto de ISR. Por otro lado se propone darle a este ilícito la categoría de delito grave y que, por ende, no aplique la libertad durante un proceso penal para los indiciados. Es muy posible que estas medidas afecten a muchos proveedores de servicios legítimos, por lo cual la legislación debería proveer mecanismos de recuperación o acreditamiento del IVA e ISR retenido de manera expedita, para quienes plenamente comprueben que su actividad es legítima. Si AMLO con valentía aprueba esta medida empezaré a creer, por lo menos un poquito, en su llamada Cuarta Transformación.
Twilight Zone… Cuando uno cree que ya lo ha escuchado todo… ZAZ llega la frase: “los aviones no pueden chocar… automáticamente se repelen…” del eminente especialista aeronáutico José Maria Riobóo. Wow.