Laura Casados
Conforme han pasado los años, el hombre se ha adecuado a su medio con base en sus habilidades aprendidas. Pasa lo mismo con las personas con discapacidad; la única diferencia es que nuestras barreras no solamente son arquitectónicas, sino también cuestiones que tienen que ver con la sociedad y sus actitudes hacia nosotros. Las barreras actitudinales son las que más nos cierran las puertas y nos impiden salir adelante.
A lo largo de mi vida, me he topado con comentarios acerca de que todos tenemos una discapacidad, porque necesitan de algo o de alguien para realizar ciertas actividades, pero no se trata de eso. Efectivamente, todos tenemos dificultades, pero han aprendido a desarrollar sus actividades de una manera más efectiva; por ejemplo, al querer cargar demasiado peso para la construcción de edificios, se diseñaron máquinas para poderlo hacer sin problema, o para recorrer distancias largas se fabricaron los automóviles, pero con las personas con discapacidad es diferente, ya que para nosotros esas actividades que suelen ser sencillas para cualquier otra persona, representa un reto constate. Recordemos que la discapacidad se refiere a las deficiencias de nivel físico, mental, sensorial o intelectual a largo plazo, que al interactuar con diversas barreras puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.
Así que las limitantes de las cuales hablamos nos hacen el doble de complicado realizar las cosas, aun ya contando con la ayuda de otras herramientas. Por lo tanto, todos estamos en búsqueda de la igualdad, y el hecho de tener una discapacidad no nos hace ser los únicos en necesitar apoyos.
Por ello, es de suma importancia el adecuar las normas de construcción para que realmente todo se diseñe para todos y tener a alguien que supervise el cumplimiento tanto de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad como el Diseño Universal con el cual deberían de contar cada uno de los establecimientos, sin importar si son públicos, privados, federales, estatales o municipales.
Como Julián Garceranth Fuentes lo comenta, “todos necesitamos de todos, siempre fue así y siempre será así”.