Me llamaba mucho la atención cuando me comentaban que la gente en España prácticamente tiene 2 meses de vacaciones cuando llega el verano, y que la actividad industrial y comercial (salvo el sector Turismo) bajan el ritmo casi a niveles de “hibernación”.
Estoy teniendo ese mismo sentimiento ahora, pero esta vez, en nuestro país. Después de la semana pasada, en la que en un día, y aquí lo platicamos, sucedió lo que podría haber sucedido en 2 meses: Urzúa, Collado, SISEN, etc., ahora parece que el verano está aletargando las acciones del diario quehacer de nuestro país, y el ritmo de actividades está haciendo que los diversos asuntos tomen un ritmo menor, pero, sin dejar de acumularse.
Hay noticias, eventos que suceden, causan un impacto grande y dejan su huella y trascendencia. La característica común de estos eventos, es que inician, se desarrollan y se concluyen. Es un ciclo de vida natural de los seres vivientes: Nacen, crecen, se reproducen, mueren; la forma en la que llenen ese ciclo de experiencias y trascedencia, depende cada ser humano. Con los sucesos, si bien dependen de la intervención de los actores, al final de cuentas su trascedencia será también medida en proporción al impacto que tengan en la historia, pero, para lograr eso, deben de concluirse, deben cerrar el ciclo.
Y esa es la sensación que se está generando: Si analizamos desde el 2 de julio, que fue cuando básicamente @lopezobrador_ empezó a tomar decisiones y marcar el rumbo del Gobierno de México, se han generado muchos asuntos, y la gran mayoría, no terminan, no llegan a una conclusión final. Sería ocioso volver a hablar desde el inicio: Cancelación del NAIM, hasta las últimas noticias sobre la entrada de la Guardia Nacional. Cada uno de estos asuntos inconclusos es como uno de esos ladrillos de aserrín que se usaban en los boilers para calentar el agua (recuerdo el que había en casa de mi abuelita Tita): La temperatura aumenta, la presión se acumula y, cómo todo proceso de hidrodinámica, el agua buscará su salida cuando la presión interna sea mayor que la externa.
Por eso, aunque sea verano, el @GobiernoMX debe de impedir que el calor siga aumentando, despresurizando mediante la definición de los asuntos que contribuyen al aumento del calor.