Raúl Lorea
Recientemente, en el Consejo Temático de Urbanismo y Movilidad, tuvimos la oportunidad de platicar con la Secretaria de Obras Públicas del Municipio de Querétaro, la arq. Oriana López, quien nos expuso un proyecto que particularmente me tiene inquieto: La construcción de pasos peatonales subterráneos en el Anillo Vial Fray Junípero Serra. (FJS)
Primero, me parece importante destacar que esta obra surge de manera reactiva dada la creciente cantidad de siniestros viales en donde se ven involucrados peatones atropellados. Es muy importante comprender y dejar de pensar que la culpa siempre es del peatón.
Si usted ha caminado por la zona, comprenderá que no existe otra manera segura de cruzar desde la colonia Obrera hacia San Pablo más que por el puente peatonal, ya que la Av. 5 de Febrero es la vialidad más transitada de la ciudad convirtiéndola en una vía de alto riesgo para el peatón.
El caso del Anillo Vial FJS, es una situación similar: una vía rápida diseñada con nulo criterio peatonal. Por ello se planteó la opción de construir un puente peatonal pero también se analizó la viabilidad de construir un paso peatonal subterráneo.
La crítica es dura y tiene razón: un paso subterráneo no garantiza seguridad para quien lo transita, pareciera que se omiten criterios de perspectiva de género y accesibilidad universal.
Por otra parte no se está atendiendo el problema de sobrepoblación automotriz que tenemos en la ciudad, simplemente se está ocultando al peatón para alejarlo del “dios auto” para que los cochistas no vean interrumpida su trayectoria.
El proyecto aún está en proceso de gestión y de diseño, veo con gusto que se están contemplando diferentes medidas para disminuir la sensación de inseguridad que un paso subterráneo podría generar, esperemos que en verdad se logre un proyecto digno, que si bien, no es la mejor opción por ser subterráneo, cuente con las mejores ventajas posibles para que sea el primero de muchos y así se impulse la cultura peatonal que tanta falta nos hace.
Irónicamente, el ciclismo urbano y la cultura peatonal hoy son vistos como contracultura pero para muchas personas (incluyéndome) representa el siguiente paso en la vida de nuestra ciudad.