Uno de los temas más dolorosos y terribles que vive nuestra sociedad es el abuso sexual infantil, identificado como ASI por las personas especializadas
Verónica Martínez
Este terrible tema cuestiona nuestros conceptos fundamentales de amor, cuidado, familia y protección en espacios seguros como la escuela o el hogar.
Corazones mágicos es una organización dirigida por Fernanda Lazo en Querétaro y ella junto con su equipo atienden a niños, niñas y adolescentes que padecieron ASI. Las historias que cuenta Fernanda nos muestran la podredumbre de nuestra sociedad e insiste una y mil veces en que debemos hablarlo, sacarlo, evidenciarlo para identificar las alarmas y que no se repitan o disminuyan e idealmente que se acaben o desaparezcan. Una de estas historias, de estas conversaciones inspiró a otra mujer, Silvia Gurrola Bonilla para su creación.
Estaremos de acuerdo, que una de las estrategias que hemos tenido como grupo humano para generar conciencia es la lectura, y en esta ocasión te quiero invitar a que busques el libro “El vínculo impensable” de Silvia Gurrola, quien en esta ocasión no solo busca sacar a la luz temas complejos sino que cree en verdad que se puede usar la “biblioterapia” como una estrategia para cambiar la narrativa de alguien que haya sufrido ASI o cualquier otro tipo de violencia, particularmente dirigida a mujeres, niños o niñas. El texto escrito coloquialmente no deja de mover fibras internas y de crear cuestionamientos profundos.
En la novela “El vínculo impensable” la carga narrativa la llevan dos mujeres, Magdalena y Abigail quienes junto con las otras dos matriarcas en su familia enredan y desenredan una triste historia que al final tiene final feliz. Silvia dijo este cambió en la narrativa puede llevar a un espacio de luz y tranquilidad dentro de experiencias obscuras y amargas.
Evitemos ser cómplices del ASI, quedándonos en silencio, también nosotros somos responsables. Busquemos orientación en Corazones mágicos e instituciones públicas obligadas, hagamos lo que nos corresponde como ciudadanía y saquemos lo podrido para sanar lo social.