El 90 por ciento de los hombres que se hicieron grandes en los negocios lo hicieron gracias a su hábito intenso de leer
Miguel A. Rodríguez
El 90 por ciento de los hombres que se hicieron grandes en los negocios lo hicieron gracias a su hábito intenso de leer. Se puede decir literalmente que vivían con un libro bajo su almohada. Todo aquel que quiera ser emprendedor, empresario y brillar en los negocios, debe ser un adicto a los libros. En ellos encuentras los kilómetros recorridos por quienes ya llegaron a la meta.
Desde Robert Kiyosaki hasta Tony Robbins, pasando por el clásico ‘Véndele a la mente’, no a la gente, de Jürgen Klaric, solo por nombrar algunos, los grandes hombres de negocios no solo han devorado libros; han escrito montones.
Esto ocurre por una cosa muy común: si tú te instruyes te vuelves maestro, si te vuelves maestro debes enseñar y la mejor manera para hacerlo son los libros.
Está comprobado que los altos niveles de intelectualidad y, en algunos casos, la inteligencia, están estrechamente vinculados con los libros. Por eso, no importa cuántos títulos tengas colgados, sino cuántos libros tengas en tu cabeza.
El hábito de la lectura para un emprendedor debe ser imprescindible, pero debe ser gradual. Se comienza leyendo poco, lo que a uno le gusta, y una vez adicto te lees todo. Todo es todo, porque un buen hombre de negocios debe saber de todo un poco. Pero, ante todo, debe ser un experto en lo que mejor sabe hacer.
Los libros nos enseñan que no se requiere de un aula para aprender. Con ellos, el aula es la práctica, la zona de combate donde se dan los negocios. Leer te permite quedar bien parado en todo momento, en especial con un cliente, por lo que yo aconsejo leer bien y entender, para no presumir.
Todo hombre y mujer de negocios debe tener un buen libro a la mano, porque sea en el avión, en la sala de espera o en cualquier otro lugar, este se convierte en el más íntimo compañero. Nadie va al baño contigo; el libro, sí. Te recomiendo leer, leer y leer. Es la mejor preparación para ganar en la vida.
