Muchas ciudades están divididas por barreras tangibles e intangibles y Querétaro no es la excepción
José Urquiza
La ciudad de Querétaro ha venido experimentando un crecimiento acelerado durante las últimas décadas, llevándola a extender sus límites constantemente. En este proceso, las infraestructuras de comunicación que se ubicaban en la periferia fueron alcanzadas por la mancha urbana y la contuvieron hasta que la presión del crecimiento las desbordó, transformándolas en barreras físicas que la dividieron y con ello a su sociedad.
Este no es un proceso nuevo para Querétaro, ya que, en la época de la Colonia, la principal barrera física estaba representada por el Río Querétaro, que separaba los barrios indígenas del centro de la ciudad y cuya integración tuvo lugar mediante la construcción de puentes.
En la actualidad, infraestructuras como las vías del ferrocarril o el primer anillo vial, conformado por la autopista 57, el bulevar Bernardo Quintana y la avenida 5 de Febrero, constituyen algunas de esas barreras, cuyo diseño no permite la movilidad urbana a escala humana y mantienen segregadas a distintas zonas de la ciudad sin la posibilidad de construir más puentes que la integren.
Cabe mencionar que también existen otras barreras más sutiles, como las fronteras políticas que dividen un municipio de otro dentro de la zona conurbada de la ciudad.
La dimensión de nuestra ciudad ha llegado al punto en que se torna indispensable superar estas barreras, por lo que es tiempo de pensar en soluciones de largo plazo que permitan una mejor integración geográfica, económica y social, con una visión metropolitana que trascienda la temporalidad de las administraciones estatales y municipales. Esto, mediante el impulso de proyectos que, para ser integrados, requieren tiempo y planeación, y que no es posible seguir postergando.
Algunas de estas medidas incluyen la creación de un libramiento ferroviario de la Zona Metropolitana de Querétaro; la transformación de nuestras autopistas urbanas en vialidades con escala humana; la creación de corredores peatonales y ciclistas; así como la integración de medios de transporte sustentable como trolebuses, tranvías y trenes ligeros.