Son diversos los procesos de la vida diaria que, debido al diseño de la vivienda, no son visualizados, ocurriendo de manera discreta y alejados de la vista

Cipriano Navarro / Consejo Ciudadano de Urbanismo

El otro día tuve una reunión en casa de mis amigos, un matrimonio en cuya casa todo luce encantador y, además, la comida es deliciosa. Esa tarde los platos no paraban de aparecer en la cocina, cómo por arte de magia platillo tras platillo se presentaba súbitamente en la mesa, todo placentero. En semejante festín pude notar que todos los manjares provenían de una pequeña puerta al fondo del comedor, la puerta se abría al paso de los platillos para dejar ver que dentro de ese cuarto cosas deliciosas eran elaboradas.

Me acerqué a la puerta para descubrir que un reducido cuarto lleno de trastes e ingredientes era escenario de la magia de dos cocineras y una ayudante, esto hizo preguntarme ¿por qué no éramos conocedores de las autoras de semejante festín? De esta forma, en una cocina minúscula y escondida, se ocultaban las creadoras de la alegría de esa tarde, el diseño de la casa era responsable de negarnos una vista al proceso de la comida y de sus autoras. Y así como ocurre con la cocina, ¿Cuántos procesos que ocurren en la vivienda que no son visibilizados?

Son diversos los procesos de la vida diaria que, debido al diseño de la vivienda, no son visualizados, ocurriendo de manera discreta y alejados de la vista, el lavar y planchar son actividades ocultas, suceden en la discreción como si fueran unas actividades nocivas a la vista.

La experiencia de esa tarde me hizo reflexionar que estamos haciendo viviendas que invisibilizan a la mujer, diseños que esconden los procesos en los que participan y solo nos quedamos con el resultado: ropa limpia, comida preparada. Ignoramos todo lo que hay detrás, incluyendo a las auténticas autoras.

Siempre es un buen momento para reflexionar sobre el diseño de la vivienda, sobre todo el de aquellas con espacios poco visibles, rincones oscuros, cuartos del fondo, viviendas que eliminan la posibilidad de visualizar a las mujeres, o cualquier persona, cuando realizan actividades en el hogar.