Un cambio que ayudaría muy positivamente a la vida urbana es el incremento de árboles urbanos tanto para los nuevos proyectos como para los espacios públicos ya existentes
Raúl Lorea
Hay muchas propuestas alrededor del mundo para replantear la vida urbana a partir de los estragos provocados por la pandemia COVID19. Trasladando los ejemplos a Querétaro no se requiere mucho conocimiento para entender que hay demasiados automóviles en las calles y que el transporte público aún necesita muchos cambios para brindar un mejor servicio.
Sin embargo, hay muchos más temas qué atender, por ejemplo la calidad del aire en las zonas industriales. Específicamente en la delegación Felipe Carrillo Puerto, los datos de la estación de monitoreo permitieron ver que la calidad no mejoraba sustancialmente a pesar de la emergencia sanitaria por la COVID19.
Por otra parte, se siguen construyendo desarrollos habitacionales en zonas que aún no eran invadidas por la mancha urbana, ocasionando deterioro en los ecosistemas y desplazando a la fauna endémica.
Un cambio que ayudaría muy positivamente a la vida urbana es el incremento de árboles urbanos tanto para los nuevos proyectos como para los espacios públicos ya existentes. El problema es que aún no se le da un valor jurídico a la masa vegetal, aún no se logra dar un valor (no necesariamente monetario) a los beneficios que traería la presencia de más árboles en los espacios públicos.
Como todo, es un cambio que por sí solo no aportaría mucho, pero bajo la premisa de disminuir los vehículos particulares en las calles mediante la constante mejora en el transporte público, y la oferta de transporte alternativo (ciclovías, tren eléctrico, tranvía, etc) que ya se han mencionado en muchos análisis de diversos gremios, se lograría en suma mejorar la calidad del aire y recuperar espacio público para beneficio de todos.
Existen propuestas europeas en las que se privilegia al transporte de carga por encima de los vehículos privados, logrando así un espacio público más peatonal pero sin frenar los repartos de mercancía para las actividades económicas.
Es momento de replantearnos el rumbo que tomarán las ciudades y nuestra sociedad, de revalorar conceptos que habíamos dejado a un lado, requerimos una transformación urbana que nos permita ejercer responsablemente una nueva normalidad porque la ciudad no volverá a ser la misma.