Mi papá me contaba tras la muerte de Aarón Padilla, sobre cómo llegó a jugar con él y con Enrique Borja cuando eran jóvenes
Fernando Cásarez
La afición a un equipo es muchas veces cosa familiar, grandes historias de eventos y deportistas se han mantenido gracias a lo que los padres le cuentan a los hijos, es especial cuando una familia sigue un equipo o un deporte, ahí entra en juego muchas veces la labor de los papás, y este domingo se conmemora su día.
Antes de escribir esto, mi papá me contaba tras la muerte de Aarón Padilla, sobre cómo llegó a jugar con él y con Enrique Borja cuando eran jóvenes, muchas historias de deportes las aprendí de él y de mi hermano, quien al ser 11 años mayor, me heredó el gusto por algunos de los equipos que sigo, como el Barça, el Milan o los Chicago Bulls. Espero yo heredarle un poco algún día alguna de mis aficiones a mi hijo, al cual habrá muchas historias que contar.
Cada uno vive grandes momentos deportivos dignos de contarse. Entre mis historias le contaré cómo acabé con la nariz en el pasto sin ver qué pasó después de un tiro en la última jugada en un partido, ya que al tirar me hicieron una falta y de pronto estaba en el piso, entonces llegaron mis compañeros a festejar y decirme el gran gol con el que ganamos y nunca vi.
Le contaré haber entrevistado a medallistas olímpicos y a algunos de los más grandes del futbol, tenis, basquetbol y otros deportes a nivel mundial, así como haber estado en finales de Champions, una Euro y otros grandes eventos. La importancia de una figura paterna muchas veces motiva a que los niños sigan un deporte, pero además a que lo practiquen.
Tengo en mente tres momentos padre e hijo en el deporte, uno de Derek Redmond, corredor británico, que en los 400 metros en Barcelona 92, se lesionó a media semifinal, su padre se metió a la pista y juntos cruzaron la meta, que fuera descalificado por la ayuda, era lo de menos. Otro es uno de mis deportistas favoritos, Tiger Woods, con una escena en 1997 cuando tras ganar el Masters de golf con 21 años fue a abrazar a su padre, 22 años después, sin su padre, ganó de nuevo y ahora fue con sus hijos, finalmente en la NFL, Brett Favre, un día después de que muriera su padre, tuvo una de las mejores actuaciones de su carrera con 400 yardas y 4 anotaciones, en una paliza de Green Bay sobre los Raiders que le dedicó a él. En fin, los padres están en muchas facetas y el deporte es una de ellas.