Muy lejos quedaron las demagógicas y crueles afirmaciones de Fidel Castro que se atrevió a anunciar que en pocos años Cuba iba a sobrepasar el nivel de vida nada menos que de los propios Estados Unidos
Alejandro Gutiérrez
A partir del primer día del año, el gobierno cubano ha decidido unificar las dos monedas que circulan en el país, medida de racionalidad económica, pero que traerá un encarecimiento de bienes y servicios en la isla, haciendo la vida, ya de suyo dificilísima, prácticamente imposible para los ciudadanos.
En Cuba coexistían dos tipos de moneda: el peso cubano y el denominado peso convertible. Éste último fue introducido en 1994 para aliviar un poco el desastre económico que se vivió en la isla después de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, con el consecuente final del subsidio que ésta enviaba a Cuba y con el que se mantenía. Se trataba de contar con una moneda fuerte con la que pudieran comprar los turistas extranjeros visitantes ya que el turismo ha sido la principal fuente de ingresos del gobierno desde hace décadas.
Muy lejos quedaron las demagógicas y crueles afirmaciones de Fidel Castro que se atrevió a anunciar que en pocos años Cuba iba a sobrepasar el nivel de vida nada menos que de los propios Estados Unidos.
Ahora, con el desplome de la actividad turística debido a la pandemia mundial, ante la crisis ya crónica de la economía venezolana, de la que dependían los mantenidos dirigentes cubanos, se unifica la moneda. Con ello, aumentarán todos los servicios, la luz, el transporte y, sobre todo, los alimentos. En la práctica, la moneda del cubano común se devaluará y si ya de por sí existía una escasez de alimentos y medicinas, con la medida, su precio se incrementará y aumentará la escasez. Por si fuera poco, el gobierno ha anunciado el fin de los subsidios a productos básicos, con lo que en lo futuro, encontrarlos, y a precios accesibles, se volverá tarea de titanes.
Por ello el gobierno cubano está tan urgido de enviar a sus médicos a diferentes países, ya que se convirtieron en otra fuente de ingresos. El primer equipo enviado a nuestro país demostró que no son personal calificado, ni especializado y no cumplen con los estándares mínimos de la profesión médica. Esto es, no sirven ni como médicos y su tarea es distinta, de acuerdo a las experiencias brasileña, venezolana y de otros países. Sólo vienen para que Cuba cobre millones de dólares.