Facebook, Twitter y otras redes sociales se esfuerzan cada día en mejorar sus plataformas de video tanto en calidad, como en velocidad y disponibilidad
Mario Maraboto
El uso de las redes sociales tiene un doble filo: por un lado, la posibilidad de comunicar de manera inmediata ideas, situaciones o pensamientos, informar sobre todo tipo de acontecimientos, o ser importante herramienta en la gestión de una crisis de comunicación. Por otra parte, pueden ser el detonador de una crisis, debido a que son un medio para ventilar enojos, generar especulaciones, confundir a los usuarios de las redes, difamar, exhibir a personas en situaciones agresivas o ridículas, publicar información falsa, etcétera.
Estas últimas no son raras en las redes sociales. Hay muchos casos cuyas consecuencias han variado desde la burla de los usuarios de las redes sociales, hasta demandas judiciales. Esto es algo que vemos cada vez con mayor frecuencia, especialmente en tiempos de campañas electorales: candidatos agrediendo sexualmente a candidatas, colaboradores recibiendo bolsas de dinero, congresistas ventilando instrucciones de sus superiores, funcionarios expresando comentarios homofóbicos, etcétera.
Tres factores inciden en la magnificación de un evento o de una opinión a través de las redes sociales:
Conectividad. Casi un tercio de la población mundial emplea redes sociales y la evidencia es que cada día se crean cientos de nuevas cuentas. Este crecimiento, indicativo de que cada vez hay más gente activa en las redes sociales, ha cambiado la manera en que nos comunicamos, recibimos y compartimos información.
Movilidad. Los teléfonos inteligentes se han convertido en los dispositivos de mayor venta en la historia. Prácticamente, ocho de cada 10 personas en México disponen de uno de estos aparatos, y de hecho el 95.3 por ciento de los usuarios de telefonía móvil en México se conectan a internet desde un celular inteligente, según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Adicionalmente, el wifi a bordo de los aviones comerciales de algunas aerolíneas está en camino de convertirse en una oferta de servicio estándar que posibilita compartir fotos, videos y comentarios sobre un vuelo en emergencia, en tiempo real, mientras la situación aún se está desarrollando.
Video sin conexión (streaming). Facebook, Twitter y otras redes sociales se esfuerzan cada día en mejorar sus plataformas de video tanto en calidad, como en velocidad y disponibilidad. Estas continuas mejoras en la tecnología del video, aunada a los anchos de banda, convierten al poseedor de un teléfono inteligente en un reportero que puede transmitir en vivo desde el lugar de los acontecimientos, sin necesidad de recurrir a señales satelitales.
Seamos o no famosos, si empleamos las redes sociales hay que considerar que entre todos los seguidores seguramente hay quienes, por no estar de acuerdo con nuestra opinión, busquen la forma de generarnos una crisis a través de un infundio o de una especulación.
Lo mismo aplica durante eventos sociales e incluso de corte académico: es importante cuidar nuestra comunicación verbal y corporal, ya que no sabemos si nos están videograbando o si nuestra presencia está siendo transmitida en vivo a través de una red social.
Hay que tener presente lo que alguna vez dijo Warren Buffet: “Toma 20 años construir una reputación y cinco minutos arruinarla”.