Cuando un acontecimiento o suceso incide directamente en el andar de los ciudadanos, o bien en la opinión pública, es usual que desde los gobiernos y los poderes legislativos surjan propuestas normativas para regular acontecimientos que no estén en la esfera pública. La llamada Ley Olimpia, por ejemplo, surgió de la necesidad de castigar el acoso digital, surgido a partir de la irrupción de las redes sociales.

La emergencia sanitaria por la COVID-19 generó el surgimiento de políticas públicas en materia de salubridad para regularla y atenderla. Algunas fueron temporales y otras llegaron para quedarse.

Por ejemplo, el uso de cubrebocas en espacios cerrados, los aforos en lugares públicos reducidos, entre otros.

No obstante, otro tema que surge es la regulación de los desechos sanitarios, producto de la emergencia por el coronavirus; si bien existen normas oficiales en materia de manejo de desechos médicos, la situación de la COVID-19, al ser un foco constante de contagio, representa un peligro para la salud pública.

Por ello, en nuestra edición de hoy le presentamos a usted, un panorama en torno a la demanda de normas para atender este tema desde el punto de vista de la salud pública y también desde el medioambiente.

Otro tema importante es la preocupación desde el sector empresarial por un posible retroceso en el escenario epidemiológico, lo cual contribuiría al cierre parcial de actividades económicas que apenas están viendo una recuperación leve. Esta deliberación, aparte de técnico-sanitaria y económica, se estaría volviendo política.

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