Iván Torres
Serena Williams tuvo una carrera muy singular, aun en su partido de despedida fue muy especial llegar hasta el grado de priorizar a su familia por encima de su trayectoria. Hoy se sabe que tendrá más tiempo para ser madre y dedicarle su vida a Olimpia, su hija nacida en 2018.
Al igual que el padre de las Williams, Richard, los valores aprendidos van en torno a que los hijos deben tener un desarrollo común y corriente sin perder cada etapa de su vida. Hoy, Olimpia requiere de estar con Serena la madre y no con Serena la leyenda jugadora de tenis.
Serena empezó igual que muchos atletas. Junto a su hermana Venus, fueron criadas con un objetivo muy concreto: ser tenistas. Era el sueño de su padre concretado a través de las dos máximas exponentes del tenis de su país y del mundo. En la película nominada al Oscar del año pasado de nombre ‘The King Richard’, donde se aprecia la vida de la familia Williams, se expone lo que muchos padres quieren hacer de sus hijos: triunfar en la vida a través del deporte, sobre todo pensando en los miles y millones de dólares que hoy se ganan y que sin lugar a dudas le dan a cualquier individuo; si bien le va, a vivir cómodamente.
Lo que bien hizo Richard fue respetar en la medida de lo posible el crecimiento de sus hijas, quienes, a pesar de las horas dedicadas al tenis y lo extenuante que pareciera, tuvieron un desarrollo de acuerdo a su edad, e incluso un crecimiento cultural, educativo y próspero intelectualmente. Había un objetivo, pero respetando cada etapa de la vida; por ejemplo, Serena jugando en torneos juveniles, su padre no quiso que se obsesionara en ello.
Igualmente, el dinero no fue prioridad hasta que estuvieran preparadas para eso, incluso rechaza el patrocinio de una importante marca deportiva a los 16 años, porque no quiere perderse en la extravagante vida que a la larga le hubiera impidido ser la leyenda que es.
La enseñanza es que muchos padres deben dejar crecer y vivir cada etapa a sus hijos, a pesar del talento que pudieran explotar a favor de la economía familiar. Hay muchos casos de atletas que trabajan o exponen su talento para que todo el circulo familiar viva de ellos; así se han perdido tantos deportistas. Aprendamos de las Williams.