Miguel Rocha Romero
Un mes ha pasado desde el fin de 2022. Un tiempo adecuado para revisar nuestros avances en esos propósitos de año nuevo: Obtener un certificado, comprar un carro, viajar a un lugar lejano. ¿Por qué nos cuesta tanto cumplirlos?
Un gran número de ocasiones el problema está en la falta de formalidad y compromiso generada al convertir los propósitos o sueños en objetivos. Sin embargo, no siempre es así. Conseguir un objetivo como “viajar al extranjero en el 2023” en las condiciones actuales implica habilidades de administración de proyectos diferentes a las tradicionales.
Tomemos el ejemplo de “viajar al extranjero en el 2023”; una planeación normal del proyecto incluiría un plan de ahorro, selección del destino, obtención de documentos para el viaje, entre otros. ¿Qué podría salir mal? Procesos de pasaporte y visados que toman más de un año, cambios de paridad inesperados debido a situaciones internacionales fuera de tu control, enfermedades que impiden el viaje, situación económica volátil e incluso oportunidades inesperadas.
Para lograr los objetivos en un ambiente cambiante existen métodos de administración ágil como Scrum que nos permite fluir con el cambio y lograr el objetivo. Al usar esta metodología tú puedes dividir este proyecto en etapas o sprints; ej. ahorrar el dinero, gestionar el viaje y viajar. Cada etapa es flexible pero controlada: revisiones frecuentes de los avances, aprendizajes de buenas prácticas, ajustes en el objetivo final con base a condiciones reales. Adaptación es el nombre del juego.
Miguel Rocha es profesor de Ingeniería Industrial del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.
MT