Sin dictamen, sin debate y sin análisis se aprueban reformas importantes para todos nosotros en la Cámara de Diputados. Una semana de tragedia legislativa que elimina instituciones, premia al ejército, se reorganiza el trabajo científico y tecnológico en nuestro país, sin que exista ni una sola discusión, reflexión o diálogo, simplemente por aprobar de manera acelerada los paquetes legislativos que se envían desde palacio nacional.
El pasado martes se aprobó en el Congreso, en una sesión maratónica de más de un día, la desaparición del INSABI, Instituto de Salud para el Bienestar, la que fuera la política de este gobierno federal para mejorar el sistema de salud pública, sin embargo, al ser un fracaso la creación de este instituto, finalmente han votado para que desapareciera, las graves consecuencias de plantear desde el principio una política pública sin rumbo y sin sustento para su implementación, se traducen en que hoy el gobierno no ha podido abastecer cuatro millones de recetas médicas a los mexicanos.
De la misma forma se le premia a los militares, se les otorga la concesión del tren maya pudiendo obtener el control y los ingresos de este proyecto, también, desaparece en CONACYT y hacen una restructuración que afecta directamente al desarrollo tecnológico en nuestro país.
Para la aprobación de reformas tan importantes debe de haber un proceso legislativo cuidadoso, por lo regular un buen proceso legislativo para la aprobación de una ley dura alrededor de un mes o más, estas reformas tardaron 24 horas en ser aprobadas.