Mario Maraboto
Recurriendo a sus tradicionales marrullerías (Astucia tramposa o de mala intención según la RAE), el presidente López volvió a violar un mandato que le impuso el INE para no hablar sobre el proceso electoral.
Luego de quejarse porque le “limitan” su libertad de expresión, anunció una nueva sección en su show denominada “no lo digo yo”, para seguir influyendo en los procesos electorales: “Como ya no puedo hablar mucho porque me cepillan (expresión digna de un Jefe de Estado) los del INE, los del Tribunal Electoral, voy a tener una sección nueva que se va a llamar… A ver si me ayudan con el nombre, ¿no? Yo estoy proponiendo que se llame… “No lo digo yo”, no lo digo yo y nada más lo ponemos aquí, ¿sí?, de lo que dicen”.
Con ello, presenta videos en donde otros expresan lo que a él se la ha prohibido acerca de sus adversarios políticos. Sería bueno que también presentara lo que otros en el mundo han expresado acerca de él. No lo digo yo, lo han dicho acreditados medios internacionales:
“El enfrentamiento iniciado por Andrés Manuel López Obrador (“AMLO”) está electrizando la campaña para las megaelecciones legislativas y locales previstas para el 6 de junio”. (Le Monde, junio 2, 2021). Esto es algo que está repitiendo hacia las elecciones de 2024 (lo digo yo).
“Impulsado por el objetivo histórico de López Obrador de retirar el control del sector energético a las empresas privadas a fin de que las estatales dominen el mercado, el gobierno está socavando los esfuerzos de expandir la energía renovable y apostando el futuro del país en los combustibles fósiles”. (New York Times, Agosto 27, 2022). Aunque en el mundo cada vez se usan menos este tipo de combustibles (lo digo yo).
“Como presidente, López Obrador ha socavado instituciones estatales clave, expulsando a funcionarios públicos independientes, promoviendo leales y hackers del partido y denunciando a los jueces que le desagradan”. (Financial Times, Febrero 27, 2023). Para él, lo importante es la lealtad sobre la capacidad y conocimientos (lo digo yo).
“…los esfuerzos han hecho poco para detener el derramamiento de sangre: más de 30,000 personas han sido asesinadas cada año de la administración de AMLO, y más de 40,000 han sido reportadas como desaparecidas desde que asumió el cargo, según cifras del gobierno”. (The Guardian, 31 de mayo 2023). Pero dice que los abrazos están funcionando (lo digo yo).
“Durante la pandemia, cuando los presidentes desde Brasil hasta Pakistán derrocharon para proteger sus economías y fortalecer sus sistemas de salud, López Obrador fue tacaño. Solo en los últimos dos años su gobierno aumentó significativamente el gasto discrecional en términos reales”. (The Economist, junio 29, 2023). Pero sigue sin importarle la escases de medicamentos (lo digo yo).
“El presidente se ve en una amplia batalla contra un Estado Profundo. En repetidas ocasiones durante los últimos cinco años, ha atacado las instituciones construidas en el cuarto de siglo desde que México abrazó la democracia multipartidista, apuntando en particular a cualquier agencia capaz de controlar el poder de la presidencia. (The Washington Post, julio 13, 2023). Y ataca especialmente al INAI, a la SCJN, al INE y a muchos periodistas y articulistas (lo digo yo).
A AMLO no le importa lo que digan. Su objetivo es que hablen aunque sea en contra, pero que hablen (lo digo yo).