Ahora que acaban de pasar las conmemoraciones de los fieles difuntos y de todos estos días en los que recordamos a las personas que han fallecido y que son nuestros familiares o conocidos, uno de los lugares que poco se visita en el transcurso del año o que solamente algunas personas lo visitan al tener familiares descansando ahí, son las criptas que se encuentran en el Templo Parroquial de San Juan Bautista.
Estas criptas se hicieron en los años cuarenta del siglo pasado, gracias a la iniciativa del padre Guillermo Romero, quien era en esos años párroco de San Juan Bautista y que con gran entusiasmo remodeló el que hasta el año 2006 se conocía como Templo del Sagrado Corazón de Jesús. Fungiendo él como director de obras, lanzó la iniciativa de hacer unas criptas en el suelo del antiguo templo y para ello solicito que, mediante faenas, los propios feligreses ayudaran a escarbar en el piso para poder extraer la tierra que existía.
Así las cosas, se construyeron cerca de 300 nichos para recibir restos áridos, se hizo un altar y se construyeron dos entradas para ese lugar, mismo que en la actualidad está completamente ocupado, sobre todo luego de la pandemia en donde se pedía que los restos de los que fallecieron fueran incinerados.
En estas criptas están muchos sanjuanenses que eran parte de las diversas familias conocidas, sobre todo del centro de la ciudad, pero también encontramos a diversos personajes como el escritor José Manuel Layseca Bermúdez, o el ganadero Edmundo Guerrero quien creó, junto con su hermano, la famosa ganadería de Xajay.
En este lugar se encuentra enterrado el cadáver completo del padre Secundino Trejo, quien fue vicario de la parroquia de San Juan Bautista por mas de treinta años y que al fallecer fue sepultado directamente en este lugar, siendo hasta la fecha el único cuerpo que se ha tratado de esa forma en las criptas sanjuanenses.
Se decía, sin ningún fundamento, que estas criptas se encontraban en los “túneles que llegan a la parroquia”, pero la verdad es que no existe ningún túnel y todo fue hecho para poder tener un espacio para conservar los restos de los fieles de la parroquia sanjuanense.
Es de mencionar que también en este lugar se conserva un osario, en donde se han depositado los restos humanos que se han encontrado en diversos momentos de restauración del Conjunto Parroquial de San Juan Bautista y que por el respeto que se merecen dichos restos se han colocado en ese lugar.
En los días pasados estuvo abierto a todo el público y fue como muchos pudimos visitar este lugar que pasa muy desapercibido para los habitantes de esta ciudad.
MT