A pesar de que les escribimos con tanta vehemencia, solicitándoles, ya no refuerzos, porque sabíamos de antemano que no los iban a traer, sí les pedimos el cambio de directiva y de dueños, sin embargo, nos ignoraron y tristemente nos dejaron otra vez con los mismos, algo debimos de haber hecho mal para que ninguno nos hiciera caso.
Tomando el tema de los “refuerzos”, lamentablemente nos están llegando puro jugador “de medio pelo”, y esperemos que no se sientan por esto, pero es la verdad, no aspiramos a nada relevante, o son parte del “xolopack”; o vienen de Liga de Expansión y principalmente de Dorados; o son sobrantes de los clubes, que ya no saben qué hacer con ellos y nos los mandan baratos; o por último, extranjeros completamente desconocidos y sin ofender, también en condición de baratos.
Si bien es cierto que todos merecen el beneficio de la duda y no los vamos a crucificar antes de verlos jugar, también es cierto que no estamos mintiendo en cuando a su origen antes de llegar acá. Ojalá saliera un “garbanzo de a libra”, aunque luego se lo lleven.
Lo hemos venido diciendo en columnas anteriores, los aficionados ya estamos cansados de ser “platos de segunda mesa”, el Corregidora se ha ido quedando vacío, no percibimos mucho interés por el “Gallobono”, sí es cierto queremos y amamos a nuestro equipo, pero ya basta de que nos traten así, hemos aguantado demasiadas humillaciones y más, ya no podemos seguir bajo el “síndrome de Estocolmo doméstico”: “Pégame… pero no te vayas”.