Enrique Álvarez
Se anunció con bombo y platillo el pasado martes que la empresa mexicana Bimbo patrocinará al Comité Olímpico Mexicano en lo que resta del presente ciclo olímpico y el siguiente. Es decir, habrá apoyo de la iniciativa privada para la delegación mexicana en Paris 2024 y Los Ángeles 2028.
Si bien es cierto que los juegos olímpicos causan una gran cobertura mediática, durante este evento los deportistas no pueden mostrar la marca, y el patrocinador no puede explotar cabalmente su patrocinio. Y fuera del periodo de los juegos olímpicos, la cobertura que hacen los medios a los deportistas es mínimo.
Esto nos lleva a concluir que este convenio es realmente una estrategia de responsabilidad social y de relaciones públicas de la panificadora mexicana. Y de estas noticias, el deporte mexicano requiere muchas.
A lo que habrá que estar atentos, es a que aprovechando esta gran maniobra del COM, no vaya a decidir la CONADE disminuir el presupuesto a los deportistas argumentando que ya les llegó dinero de otra instancia y que ya no necesitan (en el gobierno federal son magos para esconder el dinero y les acaban de dar una razón para hacerse omisos a sus responsabilidades).
Los amantes del deporte (como su servidor) tenemos que celebrar estas noticias. Y yo que sufro de sobrepeso, apoyaré a Bimbo comprando sus ricos productos, pero tendré que duplicar mi actividad física para que no se note tanto apoyo. Dicen que el que peca y reza empata.