Estrella Rojas
El miércoles pasado, la Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), María del Rosario Piedra Ibarra, presentó, ante el Congreso de la Unión, su informe correspondiente al año 2023, el cual, al igual que toda su gestión, se caracteriza por sus omisiones.
Es necesario recordar, que su gestión empezó mal, derivado de un fraude en el Senado, lo que le restó credibilidad y legalidad. Y en lugar de buscar legitimarse con un trabajo transparente, del lado de las víctimas, Piedra asumió una posición partidista, parcial y en encubrimiento de las violaciones de Derechos Humanos (DDHH) que ha cometido el actual gobierno.
Su gestión ha sido cuestionable, y como prueba, están dos escándalos lamentables: En octubre pasado, la Comisión se quedó sin integrantes en su Consejo Consultivo, quienes renunciaron tras acusar que ese organismo pareciera estar atendiendo a intereses del Poder y no la protección de los DDHH.
Además, apenas hace unos días, se dio a conocer que, durante 2023, aumentaron en 121 por ciento las quejas por actos u omisiones del personal de la Comisión.
Sin embargo, lo realmente grave, más allá de la mala administración, es el abandono de la comisión a las Víctimas.
La CNDH ha sido omisa en temas complejos y lastimosos para el país, entre los cuales podemos destacar:
La falta de atención al caso Ayotzinapa, que sigue sin resolverse, y del cual, hoy nos dicen que se está generando un “nuevo proyecto”.
El intento del gobierno federal por maquillar las cifras de desaparecidos, que entre el diciembre de 2018 y mayo de 2023, tuvo un promedio de 25 personas desaparecidas por día.
El abandono a las personas desplazadas y a los defensores de DDHH. De acuerdo con ACNUR, en México hay casi 400 mil personas desplazadas, siendo la peor cifra registrada. Por otro lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha manifestado su preocupación ante la persistencia de la violencia e intimidación en contra de personas defensoras de DDHH. Estiman que, al menos, 100 defensores han sido asesinados durante este gobierno.
La propia Piedra Ibarra, ha atacado a periodistas, los ha estigmatizado, abonando a la violencia que sufren y que se ha recrudecido durante este gobierno.
Además, fuera de toda lógica, Piedra ha acompañado la militarización de país promovida por López Obrador, a pesar de que la ONU ha instado a nuestro país a abandonar de “inmediato la militarización de la seguridad pública”, por el riesgo inminente de violaciones a los DDHH.
La gestión de Piedra inició mal, y para tragedia de los mexicanos, así continua, con pocas esperanzas de que en los meses que quedan de este gobierno, se ponga a trabajar en favor de las víctimas y deje de encubrir a las violaciones a DDHH existentes.