Ayer, el Congreso local designó a un nuevo titular de la Entidad Superior de Fiscalización del Estado de Querétaro. Esta dependencia, encargada de auditar el ejercicio de los recursos públicos de todas las entidades que los ejercen y evaluar que haya una concordancia entre lo gastado y lo presentado, es quizá una de las entidades más importantes en materia de transparencia y acceso a la información pública y se requiere un trabajo autónomo, profesional y sin sesgos partidistas para la revisión de los recursos públicos.
Algo que debe llevar a la reflexión es el hecho de que el nuevo auditor no llegue al organismo tal como ocurrió con el anterior, Enrique de Echávarri Lary, para acumular años y solicitar su jubilación. Es legítimo y un derecho de todos los trabajadores; no obstante, el trabajo propio de la ESFE se ve interrumpido y genera una carga de trabajo propia del Congreso, que debe atender otros asuntos legislativos de relevancia para los queretanos. Ojalá que esto se tome en consideración para futuros nombramientos en los que el Congreso local tiene la facultad.